La historia del Perú es una de las más ricas y diversas, gracias a las diferentes culturas que abarcó a lo largo de los años. Una de las más grandes fue el imperio inca, el cual llegó a expandirse por varias partes de Sudamérica. Por ello, no es de extrañar que, además de peruanos, extranjeros de países vecinos también sean descendiente de los incas, como es el caso de un conocido presidente chileno, cuyo linaje con Huayna Cápac fue comprobado por Alan García.

A continuación, te contamos de quién se trata y cómo se confirmó que es descendiente de uno de los más famosos incas en la historia peruana.

¿Quién es el presidente chileno que es descendiente de Huayna Cápac?

Sebastián Piñera, presidente de Chile en 2016, descubrió que es descendiente del emperador inca Huayna Cápac. La noticia la recibió del entonces presidente de Perú, Alan García, quien había investigado el linaje de Piñera.

El exmandatario chileno pidió a un historiador que verificara la información, y este confirmó que Piñera es descendiente de una hija de Huayna Cápac que contrajo matrimonio con un español. La línea de descendencia llega hasta la madre de Piñera, María Isabel Echenique.

Sebastián Piñera gobernó en dos períodos no consecutivos entre 2010-2014 y 2018-2022. Foto: Ludovic Marin/AFP

“Es verdad. En una visita que hice a Perú, el presidente Alan García me sorprendió con esa noticia. Él me dijo que yo era descendiente del último emperador inca, Huayna Cápac. Y era verdad, porque una hija de Huayna Cápac se casó con un español que se fue a Chile con Pedro de Valdivia en la expedición. De esa unión desciende, generación tras generación, registrado y documentado, la familia Echenique de la cual mi madre es una miembro y, por tanto, yo también”, reveló Piñera a un conocido medio local por aquel año.

Como se sabe, Huayna Cápac fue el antepenúltimo gobernante del Imperio Inca. Él fue el encargado de que el imperio inca alcance su máxima extensión, pues conquistó territorios desde Pasto (Colombia) hasta el río Maule (Chile). Su muerte, en 1525, dio lugar a una guerra civil entre sus hijos Huáscar y Atahualpa, que terminó con la conquista española del imperio.