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Cultura

LOS DIEZ MEJORES DESTINOS GASTRONÓMICOS DEL MUNDO EN 2023

Porque la comida es uno de los mayores alicientes para decidir dónde viajar.

La historia, la cultura, la biodiversidad y la riqueza de un país también se puede medir a través de la gastronomía. Las recetas, los platos tradicionales, los sabores típicos y los productos locales, son una forma de conocer la esencia de un lugar y de sus ciudadanos. La gastronomía forma parte de los viajes puesto que todo destino tiene elaboraciones caseras típicas. Sin embargo, alrededor del mundo, existen determinados países donde la cocina ocupa un lugar especial y a los que hay que viajar, entre otras cosas, para disfrutar comiendo. Picante, especiada, producto del mestizaje de diversas culturas, basada en los productos autóctonos… estas son las mejores cocinas del mundo.

LOS MEJORES DESTINOS GASTRONÓMICOS DEL MUNDO

Convertido en una de las grandes mecas gastronómicas del mundo, Perú -y concretamente Lima– recibe en la actualidad un gran número de turistas que, además de ir a descubrir una de las siete maravillas del mundo -Machupicchu-, conocer sus Andes, su Amazonas o su bellísima Ciudad Blanca -Arequipa-, se desplazan hasta allí para comer en algunos de los mejores restaurantes de Latinoamérica y del mundo.

Sus diferentes ecosistemas, Andes, desierto, costa y selva, hacen de este país un destino gastronómico de primer orden al que se le suma la importancia de sus altitudes, permitiendo el cultivo de numerosos productos. En lo que se refiere a su gastronomía, la cocina peruana criolla, esa de ceviche, causa limeña y …., se entrelaza con la mejor gastronomía chifa surgida de la migración china al país y la cocina nikkei, que nació de la fusión de la influencia japonesa en Perú.

Entre sus restaurantes más importantes se encuentra Central, en manos de Virgilio Martínez, considerado el Mejor Restaurante de Latinoamérica 2022 y tercero del mundo por The World’s 50 Best Restaurants; Maido, de cocina nikkei, de Misha ….; Mérito, de Juan Luis …; Mayta de Jaime Pesaque; o espacios más relajados y tradicionales donde disfrutar de cocina local como La bodega …. De Gastón Acurio o Juanito de Barranco, donde probar un chilcano acompañado de un sánguche de pata.

ARGENTINA

La mezcla de influencias europeas e indígenas marca una gastronomía cada vez más reconocida en el mundo entero. La cocina argentina también es conocida por sus ingredientes únicos. La carne de res argentina es famosa en todo el mundo por su sabor y calidad, y los vinos argentinos son muy apreciados por los amantes de los buenos caldos.

Uno de los platos más emblemáticos de la cocina argentina es el asado, que se prepara con cortes de carne de alta calidad y se cocina a la parrilla. Otros platos populares son las empanadas, que pueden estar rellenas de carne, pollo, queso o verduras, y los choripanes, que son chorizos a la parrilla servidos en un pan.

En otras regiones, como Cuyo, se pueden probar platos como el locro, un guiso a base de maíz y carne, y la carne de llama, que se utiliza en muchos platos tradicionales. En el norte, la comida se caracteriza por el uso de especias y chiles picantes. Platos como las humitas, el tamal y el ají de gallina son algunos de los favoritos. Sin embargo, en la Patagonia, se pueden probar platos como el cordero patagónico asado, el salmón ahumado y los mariscos frescos.

COLOMBIA

No hay lugar a duda de que este año es el de la gastronomía colombiana. Su tierra fértil y un clima que se divide entre la estación seca y la húmeda hacen de este país uno de los más ricos del mundo en cuanto a riqueza de productos se refiere. También es fundamental hablar de sus regiones, sus migraciones y una cantidad de influencias que han hecho de la cocina de Colombia una de las más variadas y ricas de Latinoamérica.

La cocina del Caribe no tiene nada que ver con la del Pacífico, la de los Andes, la Amazonía o los Llanos. Cada una cuenta con sus peculiaridades y productos propios, así como la influencia de las culturas que pasaron por sus zonas: los afros, los árabes, los chinos, los países del Caribe que le rodean, los españoles… Su infinidad de maíces criollos, sus frutas tropicales y amazónicas (de las que todavía están aprendiendo, investigando y encontrando), los pescados de río y de mar -incluyendo los amazónicos-, el café, el cacao, la banana, sus quesos… Aquí todo tiene un por qué y sus raíces se hunden en un pasado lleno de historia.

Restaurantes como Leo, de Leo Espinosa -Mejor Cocinera del Mundo 2022- (Bogotá); El Chato, de Álvaro Clavijo (Bogotá) ; Celele, de Jaime Rodríguez (Cartagena de Indias); XO, con Rob Pitts, Mateo Ríos y Sebastián …. (Medellín); Oda, de Jeferson García (Bogotá), Humo Negro, de Jaime Torregrosa y Manuel Barbosa (Bogotá); Mesitas, de Jennifer Rodríguez (Medellín); o Açaí de Andrew Arrieta (Bogotá), son el ejemplo de que este país está en el punto de mira gastronómico y que el boom sólo acaba de empezar.

MARRUECOS

La mezcla de influencias bereberes, árabes y mediterráneas es lo que hace única y diversa la gastronomía de Marruecos. La comida del país se caracteriza por su sabor intenso y especiado, con una gran pasión por los dulces y una gran cultura del té. Cada región de Marruecos tiene su propia especialidad culinaria. La ciudad de Marrakech es famosa por su té de menta y sus pasteles de almendra, mientras que la región de Tánger es más conocida por su pescado fresco y sus mariscos.

Los ingredientes clave de la gastronomía marroquí incluyen el cordero, la carne de vaca, las especias como el comino, la canela, el jengibre y el cilantro, así como las verduras y frutas locales como los dátiles, los tomates y los cítricos. El couscous es, sin duda, su plato más internacional. Consiste en granos de sémola cocidos al vapor y acompañados de carne, garbanzos, ciruelas y verduras como zanahoria, cebolla y pimiento.

El tajín también es muy popular en Marruecos. Se trata de un guiso cocido a fuego lento en un tajín de barro y que se compone de carne (de cordero, pollo o vaca), verduras y especias. Sin embargo, una de las recetas más famosas por mezclar salado y dulce es la pastela, un pastel de hojaldre relleno de carne de pollo, cebolla caramelizada, almendras y canela típico de la región de Fez.

MÉXICO

Su impresionante magnitud, la inmensa diversidad de territorios e influencias que ha tenido México a lo largo de la historia, así como sus diferencias geográficas convierten a este país en un auténtico continente de sabores fruto de su intenso mestizaje. Aunque todas las áreas tienen una influencia gastronómica común, que no es otra que la prehispánica -marcada por mayas y aztecas-, aquí cada región es diferente a otra en preparaciones, técnicas y hasta en insumos.

La cocina mexicana es una de las cocinas más ricas, elaboradas y populares del mundo. Y, aunque lo que más se conozca sean algunos platos como el guacamole, los nachos, las quesadillas, las enchiladas de mole, las fajitas, los tacos o los tamales, existe un amplio grupo de cocineros que están elevando la cocina mexicana al máximo nivel. Entre ellos se encuentran Enrique Olvera, del restaurante Pujol (Ciudad de México) -nombrado Mejor Restaurante de México por The World’s 50 Best Restaurants-; La Docena, donde Tomás Bermúdez trabaja los frutos del mar desde la capital mexicana (Ciudad de México); Animalón, de Javier Pascencia, en donde se busca rendir homenaje a los productos de vida y al estilo de vida de la Baja California (Ensenada); Koli, de Rodrigo, Patricio y Daniel Rivera-Río, cuyo concepto se adentra en la cocina del noroeste del país (Monterrey); Néctar, de Roberto Solís, creador de la Nueva Cocina Yucateca, (Mérida, Yucatán); o Cara de Vaca, de Chuy Villarreal, quien trabaja el fuego y la evolución del asado regiomontano (San Pedro Garza García).

ITALIA

La gastronomía italiana es una de las más variadas y populares en el mundo gracias a su rica historia y tradiciones culinarias. Los ingredientes frescos y de alta calidad, así como la pasión por la cocina, son algunos de los factores que hacen que la comida italiana sea tan especial. La pasta es, sin duda, uno de los platos más icónicos: desde los spaghetti hasta los raviolis, pasando por la variedad de ingredientes que la acompañan, como la salsa de tomate, el ajo, el aceite de o las hierbas frescas.

Cada región del país tiene su propia cocina y especialidades. En el norte, la región de Lombardía es famosa por su cotoletta alla milanese, una milanesa de ternera empanada. La región del Piamonte es conocida por su trufa blanca y su famoso queso gorgonzola, igual que Venecia lo es por su plato de risotto al nero di seppia o Emilia Romagna por su queso parmesano.

En el sur, la región de Campania es conocida por su pizza napolitana, y Sicilia es famosa por su pasta alla norma, hecha con berenjenas, tomate y ricotta salada, y por su cannoli. El pollo al marsala, cocinado con vino marsala, es otro de los platos populares del sur. Todas estas preparaciones, junto a la gran variedad de quesos, como el pecorino y la mozzarella, se unen a mariscos y embutidos, además de salsas, para conseguir una de las gastronomías más apreciadas del mundo.

FRANCIA

La gastronomía francesa es reconocida mundialmente por ser una de las más refinadas y sofisticadas, con elaboraciones muy trabajadas y largas cocciones, siendo el espejo en el que la alta cocina se ha mirado desde sus inicios. La sofisticación es lo que resume esta gastronomía, que también ha sido admitida por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por ser “una comida festiva en la que el buen comer y beber son un arte”.

Entre la delicadeza y la calidad de sus quesos y vinos se encuentran platos que han dado la vuelta al mundo, como las crêpes y las galettes, de origen bretón, o el queso camembert, de la región de Normandía. El champagne y otros menos conocidos, como el armagnac, son algunos de los caldos más famosos del país que, junto con el pato, cocinado de muy diversas maneras, forman parte de los menús franceses.

Algunos de los platos más conocidos de Francia son los caracoles de Borgoña, que se cocinan con mantequilla, ajo y perejil. La bullabesa, un guiso de pescado y marisco de origen marsellés, compite con el ratatouille, una cocción de berenjenas, tomates, pimientos, calabacines y cebolla típico de la Provenza. Sin embargo, la nota dulce la pone la quiche de Lorena o el Kouign-amann de la Bretaña, dos postres – el primero salado y el segundo dulce – que hacen irresistible la sobremesa.

TAILANDIA

Convertida en una encrucijada de caminos entre India, China y Oceanía, Tailandia ha captado lo mejor de la gastronomía de esos países y lo ha incorporado a su cocina dándole una auténtica identidad culinaria que forma parte de la idiosincrasia del país.

Sus cuatro regiones tienen una gastronomía propia y deliciosa, y la han convertido en sello distintivo del turismo del país. Las llanuras centrales, el norte, el noreste y el sur son estas cuatro zonas que tienen en común los diferentes sabores -ácidos, salados, picantes y dulces- y un factor diferenciador: la forma en la que se utilizan en cada uno de estos lugares.

El noreste es famoso por sus carnes a la parrilla, el arroz pegajoso, las ensaladas fermentadas y los platos repletos de vegetales frescos y hierbas. La región del norte está especialmente influenciada por los países con los que comparten frontera como Laos y Myanmar, además de recibir influencia china, india y camboyana. Al sur del país predominan los curry, por la influencia de Malasia e Indonesia y su cultura especialmente musulmana. En esta zona, además, se consume numeroso pescado y marisco. Y, en la región central, confluyen varios sabores de todas las regiones, con platos en los que no faltan ingredientes como los chiles, el ajo, el galanga, la hierba de limón o la pasta de camarones, además de arroz, peces de río y muchos vegetales.

JAPÓN

La comida japonesa no solo se caracteriza por su sabor, sino por ser vistosa, saludable en su gran mayoría y rica en técnicas culinarias, tanto tradicionales como novedosas. La importante presencia del arroz y del pescado vehicula una gastronomía reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. Concretamente el washokucomo se conoce la cocina tradicional nipona, fue elevada a esta distinción por su respeto por la naturaleza y su carácter social y comunitario que vela por salvaguardar las costumbres y los valores de su sociedad.

Entre los platos más populares de la gastronomía japonesa se encuentran el sushi, el ramen, la tempura, el yakitori y el okonomiyaki, una tortilla japonesa que se rellena con una variedad de ingredientes, como cerdo, marisco y verdura. El pescado fresco y el arroz son la base de una cocina en la que también tienen gran protagonismo las algas marinas, el sake, el tofu o el té verde, además de raíces, verduras y soja.

Sopas, carnes maceradas y otras especialidades, como el tonkatsu, un filete de cerdo empanado y frito que se sirve con arroz y una salsa espesa y dulce, o el sukiyaki, un guiso hecho con carne, tofu, setas, fideos y vegetales cocidos y acompañados de una salsa dulce. El postre por antonomasia es el mochi, un pequeño pastel de arroz glutinoso que se rellena de todo tipo de sabores: desde cheesecake hasta matcha o un gran surtido de frutas.

ESPAÑA

La vuelta al producto, a la cocina de mercado y temporada están marcando las pautas de trabajo de la gran mayoría de los restaurantes españoles. No importa el tipo de cocina que se esté realizando, ya sea mediterránea, italiana, latina o asiática, los hosteleros cada vez más se centran en la búsqueda de la sostenibilidad. Tampoco importa si el restaurante es un pequeño local, una tasca o cuenta con Estrella Michelin, aunque si que es el cierto que la apuesta de la Guía Roja por sus Estrellas Verdes y por la revalorización de lo local está haciendo que cada vez más restaurantes se den cuenta de la importancia que sus decisiones dentro de la cocina tienen dentro y fuera de ella.

Las raíces y la búsqueda de lo local son el centro de atención de la gastronomía española en estos momentos. El trabajo cada vez más cercano a los productores ha hecho que poco a poco los clientes los que pregunten de dónde vienen los productos y quién son las personas que trabajan esas tierras y los cultivan. Culler de Pau, de Javier Olleros (O Grove); Oba, de Juan Sahuquillo y ….. (Casas Ibáñez); Molino de Alcuneza, de Samuel Moreno (Alcuneza, Sigüenza); Ricard Camarena, de Ricard Camarena (Valencia); o Les Cols, de Fina Puigdevall (Olot), son el ejemplo de que esta forma de pensar en verde ha llegado para quedarse.

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