Este jueves 7 de julio, Machu Picchu, la impresionante ciudad de piedra construida por orden del inca Pachacuteq, en la región Cusco, cumple 15 años como “maravilla del mundo moderno”, una designación que llenó de orgullo al Perú en aquella ceremonia realizada en Portugal en el año 2007 y transmitida a todo el país.
Para lograr esta distinción, participaron autoridades y gestores nacionales y regionales. Uno de ellos fue Fernando Astete Victoria, exjefe del parque arqueológico de Machu Picchu, quien aún recuerda el impacto de esa estupenda noticia.
“Millones de personas que habían votado esperaban quiénes habían sido elegidas, por lo tanto, muchas de estas personas planificaron, a partir de ese momento, su viaje a Perú y en especial a Machu Picchu donde llegamos a más de cinco mil visitantes”, recordó.
Manolo Chávez, director de Turismo de la Cámara de Comercio de Cusco, también evocó ese momento de orgullo.
“Todavía recuerdo a la ministra de esa época, Mercedes Aráoz, saltando en la plaza de Armas con tan buena noticia, que sin duda lo fue, porque a partir de eso cambió la expectativa sobre lo que era Machu Picchu, que era ya muy conocido, pero haber sido declarada una maravilla moderna, pues impulsó tremendamente el turismo y hasta antes de la pandemia, se puede decir que todos éramos felices”, dijo.
Justamente, desde aquella distinción, lo único que ha parado el turismo creciente en Machu Picchu fue la pandemia de la COVID-19. El sitio, enclavado en la provincia de Urubamba, cerró sus puertas en marzo de 2020 y las reabrió de forma progresiva en 2021 con frecuentes cambios de aforo. Según la última disposición, solo pueden ingresar 3 mil 44 visitantes por día a la ciudadela inca para preservar y cuidar el patrimonio cultural.
Además, el gobierno anunció que ha previsto una inversión de 5 millones de soles para la habilitación de nuevas rutas. El alcalde de Cusco, Víctor Boluarte Medina, ve un efecto positivo.
“Hoteles, restaurantes, transporte, agencias, en general, artesanía, comercios… Del lustracalzados hasta el que vende golosinas, yo creo que todos se benefician porque es una cadena que incluye a muchísima gente en el Cusco. Hay que hacer notar que casi dos tercios de las personas en Cusco directa o indirectamente están ligados al turismo”, manifestó.