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Qué es una guerra nuclear y qué consecuencias podría tener: ¿Hay riesgo de la Tercera Guerra Mundial?

La escalada de tensiones entre Rusia e Ucrania cada vez es mayor

Qué es una guerra nuclear y qué consecuencias podría tener: ¿Hay riesgo de la Tercera Guerra Mundial? / Unsplah

Las tensiones entre Ucrania y Rusia no paran de aumentar. Esto, unido a que en los informativos y en las redes sociales no paramos de escuchar las palabras guerra nuclear, posible tercera guerra mundial y misiles de largo alcance hace que las sociedades se encuentren más inquietas en este clima de incertidumbre.

Las últimas noticias sobre la autorización de Joe Biden, todavía presidente de Estados Unidos, para enviar minas antipersona a Ucrania ha hecho que el clima de tensiones internacionales se recrudezca aún más.

¿Qué implica una guerra nuclear?

Tal como indica su nombre, una guerra nuclear es la que emplea armas nucleares o atómicas, es decir, la que utiliza la energía que se libera espontánea o artificialmente en ciertas reacciones químicas; por ejemplo, en elementos como el uranio, el torio, el estroncio, el plutonio o el polonio, entre otros.

La probabilidad de que ocurra una guerra de estas características ha estado latente durante varias décadas en el escenario global, especialmente en la Guerra Fría, cuando Estados Unidos y la Unión Soviética luchaban por la supremacía mundial.

Consecuencias de una guerra nuclear

Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), en caso de entrar en guerra, se producirían los siguientes efectos:

  • Habría millones de víctimas mortales, especialmente entre la población civil de los países en disputa. Sería un escenario similar a lo que aconteció con las bombas atómicas que cayeron sobre Hiroshima y Nagasaki, en 1945, donde el saldo fue de 225.000 muertos y 130.000 heridos, aunque dejando claro que el número de víctimas sería proporcional al alcance del enfrentamiento.
  • Se reduciría la temperatura media global en casi 2,5 °C en los tres o cuatro años posteriores. El carbono negro liberado por los elementos químicos ascendería a la atmósfera absorbiendo el calor del sol. En el siguiente decenio, el aumento de las temperaturas sería de 0,5 °C.
  • Se acentuaría la destrucción de la capa de ozono por las reacciones químicas que darían lugar a las explosiones nucleares. El daño sería de entre el 20 y el 25% y solo se mitigaría transcurridos diez años desde la guerra nuclear. Aun así, los habitantes del planeta estarían más expuestos a los rayos del sol, lo cual sería una fuente directa de enfermedades de la piel e incluso respiratorias.
  • Habría una crisis alimentaria drástica, pues muchas de las zonas aptas para el cultivo de productos quedarían prácticamente destrozadas por el efecto de las reacciones químicas.
  • Se producirían desplazamientos forzosos en varios puntos del planeta, especialmente en los países que estuvieran en disputa. Se generaría una crisis humanitaria sin precedentes y los flujos migratorios hacia países sin guerra aumentarían considerablemente. Millones de refugiados por causas medioambientales demandarían ayuda en una proporción mucho mayor que la que vemos hoy día, con el agravante de que no existirían infraestructuras suficientes para afrontar una situación de emergencia de tales proporciones.
  • Gran parte de la vegetación terrestre moriría a los pocos días de haberse iniciado una guerra nuclear. La cobertura de los rayos solares provocaría que la Tierra quedara sumida en una especie de noche permanente, lo cual impediría que muchas especies vegetales realizaran su proceso de fotosíntesis. Y sin especies vegetales, la contaminación aumentaría y las enfermedades derivadas de la contaminación del aire serían una causa directa de muerte.

Además, en caso de una guerra nuclear, la situación del planeta sería peor si tenemos en cuenta que muchos de estos efectos agravarían, a su vez, otros problemas, algunas de cuyas consecuencias ya hemos empezado a presenciar, como por ejemplo el cambio climático y el calentamiento global.

¿Qué son los misiles de largo alcance?

Los misiles tácticos de largo alcance ATACMS (Army Tactical Missile System, por sus siglas en inglés) son un sistema de ataque superficie-superficie de alta precisión fabricado por Lockheed Martin. Diseñados originalmente para operar con gran efectividad en conflictos como la operación Tormenta del Desierto (1990-1991), estos misiles se han consolidado como una herramienta clave en el arsenal militar estadounidense

Estados Unidos entregó los primeros misiles ATACMS a Ucrania en otoño de 2023, aunque inicialmente se trataba de una versión con menor alcance (165 kilómetros frente a los 300 kilómetros de las versiones más recientes).

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