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Ucayali te ofrece una experiencia surrealista de la mano con la Amazonía

Se trata de la escuela del pintor Pablo Amaringo que se encuentra ubicada en la ciudad de Pucallpa, región Ucayali. En este espacio se exhiben algunos de sus cuadros más representativos del artista que te transportarán a un universo nunca antes visto. Te traemos otro de los lugares imperdibles en tu próxima visita a esta cálida zona

El nombre de la escuela fundada por él, “Usko Ayar”, viene de la voz quechua que significa “Príncipe Espiritual” o “Príncipe Sabio”. Un lugar dedicado a la transferencia de conocimientos artísticos que demuestra la alucinatoria realidad selvática, así como la búsqueda por la revalorización de la cultura.

Pablo Amaringo nació en 1938 y falleció en el 2009. Los lugareños dicen que el artista sabía todo sobre las plantas, pues fue su padre quien le inculcó a temprana edad todos los conocimientos sobre el arte de la botánica. Es por eso que en vida fue un amante empedernido del chamanismo, ese espiritualismo fue el que marcó la diferencia en cada lienzo que retrató, con un estilo llamado “neoamazónico”.
Desde muy joven, Pablo, fue guiado por su padre, para iniciarse en el consumo de ayahuasca, un medicamento ritual utilizado por los chamanes para la curación espiritual. Pero, tras padecer una enfermedad cardiaca que lo llevó a reposar por un largo periodo, a los 17 años, se comenzaría a dedicar a la pintura.
Sin disponibilidad material, se inició en el arte a pesar de su condición económica, es así que inicia sus primeros dibujos sobre cartulina con lápices e incorporando hollín de lámparas a sus cuadros, e incluso utilizó los cosméticos de su hermana para los colores.

En su primer trabajo como pintor, se dedicó a pintar billetes falsos. Esto lo llevó a cumplir condena en prisión de Brasil y Perú. Mientras estaba tras las rejas, se dice que tuvo una visión espiritual que involucró a una mujer de la selva. A partir de esta experiencia, decidió seguir una carrera diferente. En lugar de ser un falsificador, decidió dedicar su vida a las prácticas curativas tradicionales.
Para el año 1977 Amaringo finiquitó su etapa como sanador para dedicarse de lleno a la práctica de sus amores: el arte. Es así como crea la escuela de pintura llamada Usko Ayar, en donde se dedicaría a impartir clases de dibujo para niños de forma gratuita.
Pablo afirmaba que gracias al Ayahuasca podía visualizar las escenas de manera tan clara que podía pintar varias piezas al mismo tiempo, ya que podía fijar las imágenes en su mente y ya sabía que colores debía utilizar en cada obra, de esa manera comenzó a internacionalizar sus obras y recibir grandes montos por ellas. Algunas de ellas aún las podrás encontrar en su escuela.
Y si bien el 16 de julio de 2009, Pablo, el pintor del ayahuasca, trascendió de esta vida catalogado como uno de los grandes pintores del Amazonas. Sus más allegados han hecho todo lo posible por mejorar la experiencia de cada uno de sus cuadros, de tal forma que cada visitante pueda llegar a tener un acercamiento a la visión que tenía Amaringo de la Amazonía.

La experiencia que te ofrece esta escuela, en honor a Pablo, es una de las más alucinantes que podrás experimentar en la región, se trata de una llena de arte y espiritualidad, dos elementos que definen perfectamente este ambiente. ¿Te animas a visitarlo?.
En 1998 y de la mano con Luis Eduardo Luna, dicha escuela fue condecorada con la mención Global 500 Roll of Honor otorgada por la ONU por el trabajo de preservación ambiental y por los logros que obtuvo durante los años de labor.

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