Esta ciudad a los pies de los Andes es el lugar ideal para hacer deportes acuáticos, aéreos o de montaña, con circuitos turísticos increíbles. Y si bien esta fascinación por Bariloche se concentra entre junio y octubre por su amplia oferta de esquí y snowboard, la ciudad es también una de las más elegidas para pasar el verano.
Es que en los meses de calor, el turista descubre otra ciudad, con una oferta magnífica para todos los gustos y edades. Desde diciembre hasta principios de marzo, los amantes de la montaña al desnudo invaden la ciudad y sus alrededores.
La aventura es la protagonista en toda la Patagonia y hay actividades para toda la familia. Se puede hacer buceo, cabalgatas, canopy, escaladas, paseos en kayak, mountain bike y pesca deportiva, actividades que se realizan en un contexto único.
Para los que prefieren vacaciones más relajadas, el Parque Nacional Nahuel Huapi dentro del cual se encuentra Bariloche, es el lugar ideal para disfrutar de un buen libro o simplemente hacer senderismo disfrutando sus paisajes.
Bariloche es la capital nacional del chocolate, por lo que no deberías perderte la Ruta del Chocolate si visitas la ciudad rionegrina.
Recorrer las cervecerías artesanales, algunas con casi 100 años de historia.
Degustar un buen plato de cordero patagónico y trucha ahumada.
Sin dudas, Villa La Angostura es una de las mejores ciudades para visitar en Argentina. Al norte del Parque Nacional Nahuel Huapi se encuentra este paraíso lleno de magia y color, conocido como el “Jardín de la Patagonia”.
Es una ciudad pequeña, con bellas casas de piedra y madera y un centro comercial de lo más encantador. Es un lugar perfecto para practicar deportes de invierno o de verano como esquí, pesca deportiva, mountain bike o trekking, además de su circuito turístico del Camino de los 7 Lagos
Ubicada al pie de las más altas montañas de la Cordillera de los Andes, Mendoza te espera con tres aeropuertos, más de 12.000 experiencias gastronómicas y 165 bodegas (puedes ver: Las 10 mejores bodegas de Mendoza: la ruta del vino 2023). Es una ciudad preciosa, con una gran oferta turística tanto en invierno como en verano.
En la zona sur de la provincia, Malargüe, San Rafael y General Alvear, ofrecen reservas naturales y centros recreativos para los amantes de los deportes. Senderismo, montañismo, esquí, rafting… Hay mucho para hacer en Mendoza, uno de los lugares más lindos de Argentina.
Su gastronomía merece un capítulo aparte: los imperdibles son muchos, empezando por el chivito y la trucha braseada.
En la zona Alta Montaña, el Parque Provincial Aconcagua, con su impactante Puente del Inca y el Cerro Aconcagua de 6.962 metros de altura, es un paseo único durante la época estival. Es un lugar en el que, gracias a las diferentes alturas, es un sitio ideal para trekking y mountain bike.
Tupungato, Tunuyán y San Carlos son los tres departamentos que conforman el Valle de Uco, con altitudes que oscilan entre los 900 y los 1.200 metros sobre el nivel del mar. Hay muchas bodegas, con el Malbec como principal protagonista, con alojamientos y experiencias únicas.
La diversidad de la provincia de Córdoba hace que sea uno de los destinos más visitado por los argentinos. Las sierras y sus ríos son un imán, especialmente para las familias.
Enumerar los paseos y las actividades que se pueden hacer en Córdoba es casi imposible, pero hay algunos destacados que los cordobeses eligen. Y nada mejor que un local para saber qué es lo mejor de su provincia y sus zonas
Desde la Iglesia de Los Capuchinos, que combina las reminiscencias góticas y románticas en un solo lugar, hasta el arroyo La Cañada, un espectacular espejo de agua al sudeste de la Ciudad, Córdoba ofrece todo tipo de paisajes y propuestas de un gran valor arquitectónico y cultural.
Por ejemplo, la Manzana Jesuítica, la obra de la época colonial más antigua que está en pie y fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Córdoba tiene mucho para ofrecerte.
- La Laguna de Mar Chiquita, uno de los humedales salinos más extensos de América del Sur y del mundo.
- El Cerro Calchaquí con sus 2.790 metros de altura.
- La Quebrada de Condorito con su gigantesca grieta de 800 metros de profundidad y las Cuevas de Ongamira, desde donde se disfruta un paisaje único de las sierras rojizas de arenisca.
- El Cerro Uritorco, el Cerro Colorado.
- Calamuchita.
- El camino de las Altas Cumbres.
- La Cumbrecita.
- Villa Carlos Paz, donde los teatros se colman de espectadores que disfrutan de cada una de sus obras y es, quizás, el lugar donde más gente se concentra en enero.
A 316 kilómetros de Río Gallegos, capital de la provincia de Santa Cruz, se encuentra la ciudad de El Calafate, que toma su nombre del pequeño arbusto homónimo típico del sur patagónico.
El Calafate es el punto base desde donde se visita el Parque Nacional Los Glaciares, ubicado a 80 kilómetros de distancia.
El Calafate es un importante centro turístico, que ha adquirido trascendencia nacional e internacional en los últimos años. Sus lujosos hoteles y sus típicos restaurantes han logrado posicionar a esta ciudad como uno de los destinos mundiales que merecen conocerse
Para llegar desde Calafate, hay que transitar solamente 212 kilómetros por una ruta nueva y totalmente pavimentada que costea el lago Argentino y luego el lago Viedma hasta que se divisa la inmensidad y grandeza del cerro Fitz Roy, en cuya base se encuentra El Chaltén.
Bautizado como la “capital nacional del trekking”, El Chaltén debe su existencia a un conflicto limítrofe con el país vecino que se resolvió finalmente en el año 1997, y que logró hacerlo conocido en el mundo para los amantes de los deportes de aventura y en especial de los caminantes.
La majestuosa presencia del cerro Fitz Roy es inconfundible. Casi todo el año su cumbre se encuentra cubierta por una nube que los tehuelches, habitantes originarios del lugar, confundieron con humo. De ahí el nombre de “chaltén” que significa “montaña que humea”.
De noviembre a mayo, El Chaltén es visitado por turistas de todo el mundo que se acercan para disfrutarlo y caminar por algunos de sus senderos, que parten desde el pueblo y son aptos para todo público de acuerdo a los distintos grados de dificultad.
Las Cataratas del Iguazú son una de las maravillas naturales del mundo y, sin duda, uno de esos imborrables recuerdos que se llevan los turistas cuando visitan Argentina. Es un viaje que amerita dos o tres días para disfrutar a pleno cada rincón, incluyendo las vistas desde Brasil.
Entre las fronteras de Brasil, Paraguay y Argentina, podrás conocer las famosas Cataratas del Iguazú y su Parque Nacional, todo enmarcado por la famosa tierra colorada y su selva impenetrable.
Las Cataratas del Iguazú y sus pasarelas mimetizadas con el ambiente te permiten adentrarte en la selva y observar de cerca estas caídas de agua que logran su mayor expresión en la afamada Garganta del Diablo.Puerto Iguazú, la ciudad más cercana, es el punto de partida para las distintas excursiones y paseos para hacer en la región de las Cataratas.
Mar del Plata es el destino turístico más visitado por los argentinos. Sus 47 kilómetros de costa son el lugar preferido para descansar y recargar pilas.
Las alternativas para disfrutar de las playas son de las más variadas:
- Están los clásicos balnearios del centro como la Bristol, la Popular o Las Toscas
- Las de aguas más tranquilas por la protección de las escolleras como Cabo Corrientes o Varese
- Las elegidas por los surfistas, como Playa Grande
- Las más amplias como Punta Mogotes
- O las rodeadas de bosques como Alfar.
Además, para aquellos que buscan más privacidad –y tienen una 4×4- están los paradores al sur del Faro de Punta Mogotes, donde es común ver cientos de personas haciendo windsurf y kitesurf.
Pero Mar del Plata no es solo mar, arena y sol. La Feliz tiene también numerosas propuestas para elegir entre paseos en bicicleta, cabalgatas al amanecer o atardecer, escaladas en rocas y acantilados, trekking, rapel y hasta paseos en avioneta. Para los amantes del turismo aventura se puede hacer parapente, bucear y saltar en paracaídas.
La propuesta gastronómica invita a los visitantes a disfrutar la ciudad con sus más variados sabores, donde los mariscos y pescados se llevan todos los aplausos.
Antes o después de cenar, es imperdible el paso por alguna de las tantas obras de teatro que hay en la temporada estival. Los amantes del teatro de revista encuentran a sus artistas preferidos, al igual que aquellos que optan por el drama o la comedia.
Una localidad turística muy importante de la provincia, en plena región patagónica. Está enclava sobre la costa del Lago Lácar y es un enclave para deportes de aventura y de montaña, senderismo, pesca y caza.
El cerro de los Siete Colores, al noroeste de la Argentina, es una de las joyas de este maravilloso país. Es tan imponente el paisaje que cuesta imaginar que la naturaleza por sí misma haya logrado semejantes pinceladas en un solo lugar. Es que no hay exageración alguna: Purmamarca encenderá todos tus sentidos.
Los pueblos de la Quebrada de Humahuaca, en la Provincia de Jujuy, son uno de los 11 sitios declarados Patrimonio de la Humanidad en Argentina. Son una serie de pequeños poblados, a cuál más lindo, que se hilvanan entre montañas rojizas, airampos y cardones.
Los pueblos más visitados de la Quebrada de Humahuaca son Purmamarca, Tilcara y Humahuaca. Son los más conocidos, pero, entre ellos, hay muchos más. Vale la pena detenerse a recorrerlos porque son muy auténticos y sus pobladores reciben al turista con una gran emoción. Maimará, Huacalera y Uquía son los más recomendados.
¿Algunos consejos? Suelta el reloj. Entrégate a la propuesta de estos pueblos de pocos habitantes, que con tanta belleza natural te llevarán de la sorpresa a la maravilla.
- Recorré sus callecitas de tierra y comé empanadas jujeñas.
- Subí al mirador del Cerro de los Siete Colores que está enfrente.
- Recorré por el circuito Los Colorados.
- Subí la Cuesta de Lipán.
- Visitá las Salinas Grandes.
- Recorré la Quebrada de Humahuaca.
Esta región del Noroeste no solo son unos de los mejores lugares para visitar en Argentina, por su espectacular entorno natural, sino también un rincón donde sumergirse en la historia de las civilizaciones indígenas que nos precedieron, ya que muchas tradiciones culturales se conservan
