Oriunda del Valle del Mantaro, la festividad en honor de la Virgen de Cocharcas es una de las más apoteósicas y multitudinarias del Perú. Esta celebración cristiana católica llena de fe y devoción hacia la Virgen María constituye una manifestación de arraigada identidad que le valió ser declarada Patrimonio Cultural de la Nación en 2014.
Si bien se celebra en varias localidades de la región Junín y de la sierra central, la festividad en honor de la Virgen de Cocharcas se festeja con mayor plenitud en el distrito de Sapallanga de la provincia de Huancayo, cuyo día central es el 8 de setiembre.
Se trata de una fiesta en la que participa gran cantidad de personas y en la que es posible apreciar diversas expresiones culturales de larga tradición que se transmiten de generación en generación.
Desde la Colonia, la influencia cristiana europea en la religiosidad andina se vio marcada por el mestizaje. El santoral traído por los españoles fue reinterpretado y sincretizado por la población local, de este modo, la relación entre la imagen de la Virgen María, madre de Jesús de Nazaret, y la Pachamama o Madre Tierra es una constante en las varias tradiciones en el mundo andino.
En el caso de la Virgen de Cocharcas, esta relación se hace evidente en la coincidencia de la época de celebración de la festividad, durante la primera quincena de setiembre, que es un periodo importante para el calendario campesino pues está culminando la época seca y se espera la llegada de las lluvias y la consiguiente fertilización de las cementeras.
De otro lado, es una fecha significativa para los cristianos pues se recuerda la natividad de la Virgen María. Ambas tradiciones, la campesina y la cristiana, son parte fundamental de la vida cotidiana de los sapallanguinos, por lo que esta festividad es representativa de su identidad.
La declaratoria de la festividad en honor de la Virgen de Cocharcas como Patrimonio Cultural de la Nación, oficializada el 29 de mayo de 2014, se enmarca dentro de la labor que realiza el Ministerio de Cultura de registro, promoción y difusión del patrimonio cultural y, en concordancia con las atribuciones que le confiere la Ley Nº 28296, Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación, así como con la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (Unesco).
La festividad en honor de la Virgen de Cocharcas se celebra con especial énfasis en los siguientes lugares del Perú:
Este distrito de la provincia de Huancayo, en la región Junín, se convirtió con el paso del tiempo en el epicentro de la celebración en honor a la Virgen de Cocharcas en el Valle del Mantaro. Cada año llegan miles de peregrinos desde diversas regiones del país para sumarse a los residentes de Sapallanga y rendir veneración a la madre de Cristo.
El tradicional programa de celebraciones incluye una misa central, novena y procesión con el traslado de la imagen de la Virgen de Cocharcas por las principales vías de la ciudad, acompañada por una multitud de feligreses.
El Ministerio de Cultura declaró a la festividad en honor a la Virgen de Cocharcas de Sapallanga como Patrimonio Cultural de la Nación, el 29 de mayo del 2014.
Otras localidades de la región Junín donde se rinde culto y homenaje a la Virgen de Cocharcas son Apata, Marcatuna, Orcotuna y Tres de Diciembre, donde también se acostumbra realizar misas, novenas, procesiones, así como danzas y música para agradecer los dones concedidos por la madre de Jesús y pedirle que bendiga a toda la población.
En este distrito de la provincia de Chincheros, en la región Apurímac, se encuentra el Santuario de la Virgen de Cocharcas, construido entre los siglos XVI y XVII, y restaurado por el Ministerio de Cultura.
La festividad en honor de la Virgen de Cocharcas constituye una de las más emblemáticas del departamento de Apurímac, de manera especial para la provincia de Chincheros, que recibe una masiva concurrencia de devotos que acuden a orar al Santuario de la “Reina de los Andes Peruanos”.
El Santuario de la Virgen de Cocharcas fue declarado Monumento Artístico mediante Ley N° 9381 en 1941; es el lugar de peregrinaje y uno de los cultos marianos más grandes de nuestro país y cuyo fervor se extiende hasta regiones de Ayacucho, Ica, Lima, Junín, Huancavelica y Cusco.
El fervor religioso hacia la Virgen de Cocharcas es también muy profundo en este distrito de la provincia de Huamanga, región Ayacucho, donde las celebraciones litúrgicas se concentran en la Iglesia Matriz San Pedro de Quinua.
El alba de la festividad está a cargo de los “alferados” y la plaza principal de Quinua se convierte en el epicentro de la concentración de fieles que participan en la misa central y procesión de las andas de la venerada imagen.
Esta celebración es el preludio de otras festividades que también congregan a gran cantidad de fieles como el “Día del Niño Manuelito” (9 de setiembre), “El Santísimo Sacramento” (10 de setiembre) y el “Día de laVirgen de la Asunción” (11 de setiembre).
La festividad de la Virgen de Cocharcas se celebra con algarabía y fervor religioso en el centro poblado de Huancachi, cuya iglesia matriz alberga una imagen tallada en madera en el siglo XVII, cuando esa localidad de la provincia de Yauyos, en la sierra sur del departamento de Lima, era un importante centro metalúrgico donde se refinaba oro y plata.
La iglesia matriz y la plaza principal de Huancachi son los escenarios para la actividades religiosas y costumbristas, respectivamente, donde la población venera a la Virgen de Cocharcas y luego rinde homenaje con danzas y música, donde destaca la emblemática Chonguinada, declarada Patrimonio Cultural de la Nación, el 9 de abril de 2022.
Una de las principales características de la fiesta es la presencia de numerosas danzas tradicionales con las que se rinde culto a la Virgen. Entre ellas tenemos el Apu inca, en la que participan adultos, hombres y mujeres, que forman dos grupos principales: la corte incaica y la comitiva de españoles.
De otro lado, tenemos a la Ccoya o Koya, exclusiva para mujeres y usualmente se realiza como una promesa a la Virgen por algún favor concedido. Otra danza es el Carachaqui o ccalachaqui, en la que participa un conjunto de niños bailarines que, descalzos, alaban a la Virgen todos los días de la fiesta.
Un lugar muy importante en esta fiesta tiene las danzas denominadas la Negrería o Pandillada de negros y la Chonguinada, ambas danzas emblemáticas del valle del Mantaro.
Es así como la festividad en honor a la Virgen de Cocharcas se convierte en un espacio de intercambio y reciprocidad que fortalece las relaciones sociales entre los miembros de la comunidad. Es también una fiesta que resulta de la confluencia cultural y religiosa andina y europea, que mantiene su vigencia hasta nuestros días.