La segunda jornada del Grand Slam de Judo de Tiflis mantuvo con firmeza el gran ritmo y espectáculo de la primera.
Mucha culpa de ello la tuvo por supuesto la afición georgiana, volcada con los suyos desde el primer al último combate.
La primera final del día, la de menos de 63 kilos, enfrentaba a la británica Lucy Renshall con la kosovar Laura Fazliu, con triunfo para la primera. Renshall recibía su medalla de oro de manos del presidente de la Federación Georgiana de Judo, Giorgi Atabegashvili.
“Es muy bonito salir al estadio y oír a la gente animando, y no contamos con un gran equipo aquí, así que definitivamente esos gritos no provienen solo de mi equipo”, decía la británica tras recoger su presea. “Cada vez que haces un gran lanzamiento puedes oír al público, que va a por todas, así que es agradable, es un buen ambiente”.
En menos de 73, gran día para el mongol Erdenebayar Batzaya, que se mostró intratable durante toda la jornada, un ippon tras otro. En la final le esperaba el uzbeko Obidkhon Nomonov, que acabó lamentando el cansancio acumulado para sucumbir ante un ippon de Batzaya ya en el punto de oro. Vlad Marinescu, director general de la FIJ, entregó las medallas.
“Estoy muy contento de que la explosividad de mis técnicas haya funcionado durante todo el día”, decía tras su triunfo el mongol, “y de haber podido puntuar de esta manera contra mis adversarios. Estoy muy agradecido por ello”.
En menos de 70 kilos, la poderosa griega Elisavet Teltsidou se veía las caras en la gran final con la neerlandesa y medallista olímpica y mundial Sanne Van Dijke, ante la que lograba una inteligente victoria táctica. Pino Maddaloni, supervisor de arbitraje de la Federación Internacional de Judo, colgaba a la griega su merecido oro.
La final de menos de 81 enfrentó por su parte a un austriaco, Wachid Borchashvili, y un kazajo, Abylaikhan Zhubanazar, con victoria para el primero gracias a una eficaz técnica de caída. El supervisor de arbitraje de la FIJ, Neil Adams, hizo los honores en el podio.
El gran héroe local Lasha Shavdatuashvili es el único georgiano que ha ganado los tres títulos más importantes: Mundial, Europeo y Olímpico. Toda una leyenda de este deporte que llevó este sábado el delirio a las gradas, encantadas de presenciar sus combates. A pesar de ello, no pudo hacerse finalmente con el oro, teniendo que contentarse con el bronce. Su deportividad, fuera de toda duda, fue igualmente un ejemplo para todos.
El Grand Slam de Tiflis concluye este domingo con los combates de los pesos pesados.