Alemania conquistó el primer título de su historia en la Copa del Mundo de Baloncesto de la FIBA al derrotar a Serbia por 83-77, en un duelo de dos potencias europeas disputado el domingo en Manila.
Alemania se apoyó en un 22-10 en el tercer cuarto, orquestado por los hermanos Franz y Moritz Wagner, para tener un colchón y nunca soltar la ventaja en la primera final europea de la Copa del Mundo desde 2006.
El jugador más valioso del torneo, Dennis Schroder, aportó a Alemania 28 puntos, muy por encima de su promedio de 17,9 puntos por partido, a los que sumó dos rebotes y dos asistencias.
Alemania se convirtió en el primer equipo que gana una Copa Mundial de la FIBA en su debut en la fase final desde España en 2006. Serbia sufrió una nueva desilusión tras haber caído ante Estados Unidos por 129-92 en la final de 2014 en Madrid (España), aunque su desempeño fue mejor que su eliminación en cuartos de final en 2019.
Los dos equipos, que presumen de una gran química y trabajo en equipo, intercambiaron canastas en la primera parte y llegaron al descanso con un empate a 47 en el marcador.
Pero Alemania logró una ventaja de 12 puntos al final del tercer cuarto y ya no la cedió.
Serbia jugó sin el ala-pívot Borisa Simanic, que fue operado en Manila para extirparle un riñón tras recibir un golpe en la sección media en un partido contra Sudán del Sur.
Más temprano, Canadá subió por primera vez al podio de un Mundial a costa de Estados Unidos, que se quedó corto en la prórroga y perdió 127-118.
Dillon Brooks, que la próxima temporada jugará en los Houston Rockets, impulsó a los canadienses al bronce con sus 39 puntos, siete de ocho triples, cuatro rebotes y cinco asistencias. Fue el jugador que más puntos anotó en un partido por una medalla en la historia del torneo.
Brooks se ganó la aclamación del público con su actuación, algo muy diferente de los abucheos de partidos anteriores.