Las camisetas de la selección de Qatar están ausentes en las calles de la capital
Con diferencia de dos horas, arribaron a Qatar las selecciones de Polonia y México, cuyo descenso de la escalinata fue difundido en vivo por el canal de deportes catarí beIN SPORTS. Pero, si bien es cierto que la cobertura de este evento genera millones de dólares en costos de enviados especiales, equipos de transmisión, derechos y demás gastos operativos, en las calles, que desbordan alegría, las camisetas del seleccionado local brillan por su ausencia.
Para sentir un Mundial antes de los juegos, hay que salir a la calle, sobre todo al epicentro de la pasión y en Doha se encuentra en el paseo Marítimo, que va desde West Bay hasta Corniche, donde miles de fans se toman selfies en la plaza de las banderas y junto al monumental reloj -que hace un año colocó uno de los patrocinadores de la Copa- para contar los días hasta la primera cita, este domingo, cuando comience a rodar el balón con el Qatar ante Ecuador. Sin embargo, ante tal cantidad de aficionados o de simples entusiastas ciudadanos que quieren disfrutar su fiesta, no se ven los colores guinda y blanco que portará el conjunto local en la cita. Las camisetas que más se encuentran en el recorrido son las de Argentina y Brasil, en especial con los nombres de Neymar Jr. y Leo Messi, a quienes disfrutan en el Paris Saint-Germain, club propiedad de un fondo de inversión catarí, Qatar Sports Investments.
Por cierto, regresando a Polonia y México, la tarde del jueves los temas de conversación entre periodistas alrededor del juego entre ambas selecciones no fueron ni la sanción a Robert Lewandowski en La Liga, ni las dudas que dejó el Tri ante Suecia. En el Centro Internacional de Prensa se habló más de las declaraciones de Joe Biden, quien tras una reunión con líderes aliados, aseguró que es “improbable” que Rusia hubiera disparado el misil contra Polonia. Y por el lado del grupo mexicano, el tema fue Daniel Rodríguez Escobar, el diseñador industrial egresado de la Universidad Iberoamericana que desde una empresa japonesa, fue el encargado de diseñar el Metro de Doha, el que mañana tendré que recorrer, con el pecho inflamado de orgullo.