Los grandes y tradicionales equipos de Europa enfrentan serios problemas financieros, justo del tipo que no padecen los dos finalistas de la Champions League, gracias a sus inversores multimillonarios.
La final de la Champions League se jugará entre dos equipos que son considerados “nuevos ricos”. (Foto Prensa Libre: AFP)
Las sombras se están cerniendo sobre Europa.
El Inter de Milán debe eliminar millones de dólares de su presupuesto salarial. Tendrá que vender a una o más de sus luminarias más brillantes. Antonio Conte, el entrenador que hace tan solo unas semanas le puso fin a una década de espera para que el club lograra un campeonato italiano, no tiene la intención de quedarse para ver cómo desbaratan a su equipo ganador del título.