El PSG tiene un desmadre gigantesco. A los problemas que había en el vestuario por la preocupante racha de derrotas del equipo se suman ahora dos escándalos que implican al defensa marroquí Achraf Hakimi, acusado de violación, y al propio presidente, el qatarí Nasser Al-Khelaïfi, en su caso investigado por tortura y secuestro.
Al PSG le pasa de todo y a la vez. La denuncia contra Hakimi la desveló el martes el diario Le Parisien, que cuenta que una joven de 24 años acudió a la policía para denunciar que el futbolista la había violado el pasado jueves. Según su relato, contactaron a través de Instagram y quedaron en casa del futbolista, donde éste la forzó. La joven no ha querido presentar una denuncia formal y sólo ha dado su testimonio a la Policía pero la Fiscalía de Nanterre ha abierto una investigación.
A través de su abogado, Hakimi, casado con la actriz Hiba Abouk y padre de dos hijos, ha desmentido este miércoles las acusaciones y asegura contar con el apoyo del PSG. “Las acusaciones son falsas. El está tranquilo y se pondrá a disposición de la Justicia”, ha indicado su abogada, Fanny Colin, al mismo periódico.
Hakimi, que acudió el lunes en París en la gala de los premios FIFA The Best, tenía que incorporarse este miércoles al entrenamiento, tras recuperarse de una lesión, y debería estar listo para recibir al Nantes el sábado en la Liga. “El club apoya al jugador, que ha desmentido firmemente las acusaciones y confía en la justicia. El PSG es una institución que promueve el respeto en el terreno de juego y fuera”, señala el club, según la abogada del futbolista.
Una institución con un desorden considerable: un vestuario millonario creado a golpe de talonario pero que no está rindiendo lo que se esperaba, con los capitanes enfrentados al director deportivo. Mbappé lleva meses muy desconectado de las otras dos estrellas, Messi y Neymar. Para rematar, el presidente del club, el qatarí Nasser Al-Khelaïfi, también está siendo investigado, en su caso por tortura y secuestro.
El mismo día que se conocía la denuncia a Hakimi se publicaba que varios jueces de instrucción van a investigar al qatarí Nasser Al-Khelaïfi, acusado desde hace meses por el ciudadano francoargelino Tayeb Benabderrahmane de haberle retenido, torturado y secuestrado. Estos hechos, según el denunciante, tuvieron lugar en Qatar en 2020.
Benabderrahmane asegura tener documentos comprometedores que demostrarían que el presidente del PSG influyó en la concesión a Qatar del pasado mundial y también en la venta de los derechos de emisión de los próximos mundiales. El club francés pertenece al emir Tamin bin Hamad Al Thani, que impulsó su compra en 2011 a través del fondo Qatar Investment Authority.
Todos estos escándalos añaden más presión a un vestuario ya muy tensionado, por las derrotas seguidas y la eliminación de la Copa francesa. Mientras en el club se multiplican los problemas, ayer dimitía también el presidente de la Federación Francesa de Fútbol, Noël Le Graët, que ya fue suspendido del cargo hace un mes y medio por denuncias de acoso sexual. La ministra de Deportes francesa perseguía su salida desde hace tiempo y encargó una auditoría. Le Graët dice que la va a demandar por difamación y dice ser víctima de un complot para desacreditar su imagen.