El Atlético de Madrid ganó al Feyenoord por 3-2 tras una gran remontada, con dos goles de Álvaro Morata y una chilena de Antoine Griezman. El conjunto rojiblanco consigue así la primera victoria en Champions League y se coloca como líder del Grupo E.
El equipo neerlandés planteó un partido correoso para el conjunto del Cholo Simeone, que durante gran parte del encuentro dejó el mando al Feyenoord.
Comenzó atacando con bastante intensidad el Feyenoord, mientras que el conjunto rojiblanco mostró una actitud pasiva. El primer gol del equipo neerlandés -en propia puerta de Mario Hermoso- llegó tras un disparo del delantero Ueda que paró Oblak, pero el rechacé golpeó en el central del Atlético, con la mala suerte que acabó entrando en la meta.
Tras el tanto del equipo de Países Bajos, cambiaron las tornas y fue el Atlético quien tomó el mando y pasó a dominar el encuentro hasta que Morata puso el empate. El gol fue revisado por el VAR, pues Saúl estaba en fuera de juego posicional, pero el colegiado decidió validar el tanto.
Con el empate, volvió a mandar el Feyenoord, que volvió a colocarse por delante tras una falta realizada por Azpilicueta. Hancko remató, Oblak hizo un paradón, pero el propio delantero cogió el rechace y marcó.
En los últimos minutos de la primera parte, el equipo colchonero intentó igualar el partido antes de dirigirse hacia el túnel de vestuarios y el encargado de conseguir el empate fue Griezmann, que se inventó una chilena imposible para hacer el tanto que ponía un nuevo empate.
Morata cerró la remontada
El Atlético de Madrid salió con hambre de gol y a los dos minutos de salir al terreno de juego, marcó Álvaro Morata el tercer gol tras un gran centro de Molina desde la banda. Un tanto con el que adelanta a Cesc Fabregas y se coloca como el cuarto español que más goles ha marcado en Liga de Campeones.
Después de conseguir adelantarse, el conjunto de Simeone, intentó poner algo de calma y presionó más arriba, para así provocar perdidas en el rival e intentar asegurar el partido. Aunque esto no duró demasiado tiempo, pues tras unos cambios por parte de los dos equipos, el Feyenoord metió pólvora en la parte delantera y provocó un arreón final que hizo sufrir al Atlético y a la afición rojiblanca.
En la parte final, los jugadores del Atleti vivieron un déjà vu del partido contra la Lazio, pues el portero del equipo holandés subió a rematar las faltas y córners de los últimos minutos para intentar el empate por el que tanto habían peleado. Eso sí, esta vez con distinto resultado.