Los tiempos cambian, también en el torneo de Wimbledon, donde algunas tradiciones que parecían inamovibles han empezado a desaparecer en favor de un nuevo tenis. La última novedad es la posibilidad de las mujeres de vestir prendas interiores oscuras para evitar la incomodidad de la menstruación, una norma ya estrenada en esta edición 2023 y muy celebrada por las tenistas.
Es el código más destacado del nuevo catálogo de Wimbledon 2023, que más allá de su gran acogida desde el anuncio de la misma hace meses, ha sido muy bien recibida por las jugadoras. No todas se han acogido a ella en el primer lunes del torneo, pero ya se han podido ver pioneras como la bielorrusa Victoria Azarenka.
Victoria Azarenka fue una de las primeras en aprovechar la norma del código de vestimenta para lucir una prenda negra bajo la falda.Victoria Azarenka fue una de las primeras en aprovechar la norma del código de vestimenta para lucir una prenda negra bajo la falda.Corbis via Getty Images
Los tiempos cambian, también en el torneo de Wimbledon, donde algunas tradiciones que parecían inamovibles han empezado a desaparecer en favor de un nuevo tenis. La última novedad es la posibilidad de las mujeres de vestir prendas interiores oscuras para evitar la incomodidad de la menstruación, una norma ya estrenada en esta edición 2023 y muy celebrada por las tenistas.
Es el código más destacado del nuevo catálogo de Wimbledon 2023, que más allá de su gran acogida desde el anuncio de la misma hace meses, ha sido muy bien recibida por las jugadoras. No todas se han acogido a ella en el primer lunes del torneo, pero ya se han podido ver pioneras como la bielorrusa Victoria Azarenka.
“Aprecio la regla del no blanco completo para las chicas. Creo que es un paso importante, muy considerado. Porque hay situaciones obvias que pueden ser complicadas e incómodas”, valoró la jugadora bielorrusa a la que se unieron otras como Linda Fruhvirtova.
Lo cierto es que esta ha sido una de las grandes inquietudes de las jugadoras desde hace décadas, ante las que el torneo más estricto del mundo se ha visto obligado a cambiar. “En mi generación ya nos preocupaba tener que ir vestidas de blanco. Te genera inseguridad y te obliga a estar pendiente todo el rato. Era horrible”, llegó a señalar recientemente la leyenda del tenis femenino Billie Jean King.
El Grand Slam más prestigioso y clásico del circuito no ha dejado de abrirse a la modernidad en los últimos años, y es que a la norma de la vestimenta es la última de una serie de cambios que tiempo atrás fueron impensables en el torneo londinense. Los cambios en la designación de los cabezas de serie, la modificación del calendario o la modernización de las pistas han llegado en las últimas ediciones como ajustes clave a la hora de dar un aire fresco al tenis más puro del planeta.