El partido de vuelta de las semifinales de la Champions entre Real Madrid y Bayern de Múnich tuvo drama hasta el final, pues después de los dos goles de Joselu aún hubo tiempo para una última jugada que acabó en gol del Bayern que no subió al marcador por un polémico fuera de juego no revisado por el VAR… y que va a traer mucha cola durante los próximos días.
La acción es rápida y difusa. Llegó pasados 12 minutos y 20 segundos del tiempo reglamentario, ya superados los nueve concedidos por el árbitro. El Bayern recupera y lanza una pelota larga que cabecea Mendy atrás. Allí aparece Muller, que la toca antes de que De Ligt la emboque sin oposición de los jugadores del Real Madrid.
Pero, ¿por qué no reaccionan los jugadores merengues? La razón es el pitido del colegiado, que confiado en su linier señala como definitivo la posición en fuera de juego de Mazraoui. A partir de ese instante nada vale, ni el control errático de Muller ni el gol del central neerlandés.
Es entonces cuando surge el segundo interrogante: ¿por qué no interviene el VAR en la acción? La respuesta es la misma, pues al quedar invalidada la acción por el pitido del colegiado, el VAR no puede entrar a revisar una acción que ya no cuenta como ‘jugada viva’.
Por último, una tercera y última duda puede asaltar a quién revise la jugada y dude —como es normal tras los fotogramas de la jugada— ¿Por qué el colegiado detiene la jugada? Es ahí donde entra el error humano, pues desde la llegada del VAR a los campos lo habitual es que las jugadas limítrofes se dejen terminar y luego decidir con la certeza del VAR. En esta ocasión no fue así y se dio por anulado de manera automática sin que hubiera opción a que la tecnología comprobara si hubo fuera de juego o no.