Cuando cruzó la meta de la maratón de la Ciudad de México, el boliviano Héctor Garibay dio un brinco de júbilo. Y no era para menos. Acababa de establecer un nuevo récord para el evento: tres minutos más rápido que el que se había impuesto en 2018. La nueva marca es de 2:08:22.
Garibay es uno de los pocos en ganar un evento que ha sido dominado por atletas keniatas desde 2018 -con la excepción de 2021, en la que lo ganó el mexicano Darío Castro– y se espera que sea una de las sorpresas en los Olímpicos de París que se celebrarán en 2024.
Pero el ascenso de Garibay a ser uno de mejores atletas de fondo del mundo no ha sido fácil.
Nacido en Oruro, el hombre trabajó como taxista para poder financiar su carrera debido a lo que él ha llamado “falta de apoyo” de parte de los patrocinadores.
Gran parte de su financiamiento ha venido de la gobernación de Oruro (a la que agradeció durante su victoria en México por proveer los pasajes de avión) y de su participación en eventos como la maratón que acaba de ganar, que otorga unos US$30,500 al ganador.
A pesar de haber marcado un tiempo récord en México, el registro más rápido de Garibay lo consiguió en febrero en Sevilla.
Su tiempo de 2:07:44 le valió un paso tanto al Mundial de Atletismo de 2023, como a los Juegos Olímpicos de París, en 2024.
Esto, a su vez, le dio reconocimiento nacional y le ganó el apoyo del gobierno boliviano con dos becas del Comité Olímpico Boliviano.
Y aunque el tiempo de México es mayor que el que registró en Sevilla, hay que recordar que la Maratón de la Ciudad de México ocurre a 2.240 metros sobre el nivel del mar.
“Para mí, es un poco más fácil porque vengo de más altura, por lo que mi objetivo siempre fue pelear por los primeros lugares”, dijo Garibay después de la carrera de México.