El trabajo silencioso de Kimberly García continúa cosechando triunfos. Quién no recuerda aquella jovencita de 22 años que, tras ocupar el puesto 14 en los 20 km de marcha en los Juegos Olímpicos de Río 2016, meditaba la posibilidad de dar un paso al costado y dejar el deporte que la apasiona por la falta de apoyo de la empresa privada. “Voy a pensar muy bien si voy a continuar. En mi país, a veces el deporte no es muy apoyado y puede ser que no siga. No sé si voy a continuar. Motivación tengo de sobra, me falta el apoyo”, confesó y la ayuda comenzó a llegar a pocos.