Estratosférico partido de la Real Sociedad para acercarse a los octavos de final de la Champions League. El conjunto txuri-urdin se llevó la victoria de Da Luz ante el Benfica (0-1) para quedarse los tres puntos y afianzarse en la primera plaza de su grupo empatado a puntos con el Inter de Milan.
Un solitario tanto de Brais Méndez, otra vez clave en Liga de Campeones, fue suficiente para que el equipo de Imanol Alguacil conquistasen la capital portuguesa ante un rival histórico que apenas pudo inquietar los dominios de los donostiarras.
Desde el primer minuto quiso dejar su sello en Lisboa la Real. Con su once más reconocible, los de San Sebastián pusieron sobre el verde sus señas de intensidad para hacerse con el mando muy pronto. Sin el peligro de Di María, al que le costó entrar en el encuentro, el Benfica prefirió esperar y ceder la iniciativa al cuadro visitante.
El conjunto txuri-urdin se sintió superior sobre el verde a su rival, pero no fue capaz de perforar la portería de Trubin, que no apareció en los primeros 45 minutos. Tampoco tuvo mucho trabajo Alex Remiro más allá de un disparo de Neres que repelió uno de su centrales y otro de Musa que se fue por encima del larguero de Musa. Aunque la Real se llevó el susto con un gol anulado por fuera de juego del delantero croata. Todas esas opciones en los mejores minutos de los de Roger Schmidt, de nuevo sometidos por su rival en los últimos 20 minutos.
Los de Alguacil retomaron pronto el control sin demasiados aspavientos, pero siguieron sin dar con la tecla a nivel ofensivo, con varios intentos de Kubo que no encontraron puerta y dos afilados disparos de Aihen Muñoz y Ander Barrenetxea que se fueron cerca del palo como sus mejores opciones para haberse ido por delante antes del descanso.
Brais mantiene su idilio con la Champions
El paso por los vestuarios y los cambios introducidos por el Benfica no variaron el guión. El doble campeón de Europa continuó cediendo la iniciativa a los txuri-urdines y estos lo siguieron intentando con más empuje que acierto, aunque por fin pudieron probar los guantes de Trubin con un peligroso disparo de Zubimendi.
Kubo volvió a tener un balón peligroso dentro del área, pero volvió a pecar de algo egoísta. La insistencia realista tuvo por fin premio, una vez más gracias al entonado Brais Méndez. Goleador ante el Inter y el Salzburgo, y también el sábado para dar la victoria ante el Mallorca, apareció para empujar un pase ‘mortal’ de Barrentxea, veloz en su desborde desde la izquierda.
El 0-1 no relajó al equipo donostiarra, que no dio ni un paso atrás y que pudo prácticamente sentenciar poco después con una diagonal de Kubo cuyo disparo se estrelló en el larguero. Casi a renglón seguido, Neres obligó a Remiro a hacer su primera parada y recordar a los visitantes que no se podían relajar de ninguna manera.
Alguacil decidió refrescar el equipo para el tramo final en el que los locales, impulsados por Gouveia, subieron un punto de intensidad en busca de la igualada. El conjunto guipuzcoano no pudo sentenciar, pero tampoco pasó excesivos apuros, salvo en un disparo de Aursnes, para mantener su valiosa ventaja y empezar a mirar ya los octavos de final.
Con el triunfo, el segundo en esta fase de grupos, los de Imanol Alguacil se afianzan en la primera plaza con siete puntos, los mismos que el Inter, y podrían sentenciar su pase a los cruces en el Reale Arena en su duelo contra el conjunto lisboeta, de nuevo sin sumar ni marcar y casi fuera de la carrera por los dos primeros puestos.