A pesar del espectacular inicio de temporada de Carlos Sainz en la Fórmula 1, en el que ha logrado subirse al podio en las tres carreras que ha disputado y la victoria en Albert Park, la decisión de Ferrari es firme: el español será sustituido al final de la presente campaña por Lewis Hamilton.
Con la reciente renovación de Fernando Alonso con el equipo Aston Martin, son aún trece los asientos disponibles para 2025. Por confirmar quedan: el compañero del asturiano en la escudería británica, un asiento en Mercedes y otro en Red Bull, así como las alineaciones completas de todas las estructuras de la zona media-baja de la parrilla: Alpine, RB, Haas, Sauber y Williams.
Evidentemente, los puestos libres más importantes se encuentran en Mercedes y Red Bull. George Russell y Max Verstappen esperan compañero, y la renovación de Alonso implica que Sainz es, probablemente, el agente libre más cotizado del mundo del automovilismo deportivo.
En la escudería de la bebida energética, las tensiones son mayores que nunca. La guerra interna entre Horner, presuntamente involucrado en un escándalo sexual con una trabajadora, y el bando de Helmut Marko y Jos Verstappen, podría acabar por desintegrar al equipo. A pesar de ser el coche más rápido de la parrilla, la posibilidad de la marcha de Adrian Newey y el ‘papelón’ de ser el compañero de equipo de ‘Mad Max’, que ya vapuleó al madrileño en 2015, convierten a Red Bull en una opción muy interesante para Sainz, pero también ciertamente peligrosa.
Por otro lado, Mercedes busca dar un golpe de efecto tras la marcha de Hamilton. Toto Wolff aún conserva la esperanza de atraer a Verstappen, pero de no lograrlo, un piloto serio, experimentado y que se ha probado capaz de luchar con los mejores, como Sainz, sería la opción más lógica. Otra posibilidad sería que los alemanes dieran un golpe de efecto con Kimi Antonelli, aunque el italiano es noveno tras tres rondas de Fórmula 2, y, de querer darle un asiento en la máxima categoría, seguir la estrategia de Russell, quien pasó varios años curtiéndose en Williams, podría ser atractivo también.
En cuanto al resto de asientos, todos ellos supondrían un paso atrás. Aston Martin, casi con toda seguridad, renovará a Stroll, y aunque no lo hiciese, su posible éxito a medio plazo depende de muchos condicionales, como una oferta pendiente a Newey, las nuevas instalaciones y la incógnita del motor Honda en 2026. Lo mismo pasa con Sauber, que pasará a ser Audi, pero que hasta entonces tiene garantizado ser uno de los farolillos rojos.
Habrá que esperar a Wolff y Horner, que con sus respectivas disyuntivas, tienen, por el momento, la potestad de retrasar o desatascar cualquier movimiento del mercado de pilotos de Fórmula 1.