Ganadores con amplia ventaja en la ida, Independiente del Valle y Atlético Goianiense gozan de un inmejorable camino para llegar a la final de la Copa Sudamericana 2022, una misión difícil para Melgar y Sao Paulo en la que deberán dejarse la piel en la revancha de las semifinales.
Como en aquel 2019 cuando se consagró campeón en Asunción, el negriazul de Sangolquí -vecina de Quito- abonó el terreno para poderse encontrar con su segunda final en la Sudamericana: un 3-0 al peruano Melgar en la capital ecuatoriana, en el que combinó buen fútbol, practicidad y equilibrio.
El técnico argentino de la máquina del Valle, Martín Anselmi, puso sin embargo paños fríos a la euforia por la goleada, porque, advirtió, “hay que cerrar la llave sin pasar sorpresas” el miércoles (00H30 GMT del jueves) en Arequipa, adonde Melgar ha hecho de su estadio Monumental de la UNSA un fortín sin derrotas en seis juegos en la actual edición.
“La propuesta de Melgar será mucho más ofensiva y arriesgada”, agregó sobre la revancha. “Vamos a ir a defender la ventaja, que es una diferencia grande pero no determinante”, aseguró el joven DT de 36 años, reemplazante a finales de mayo del portugués Renato Paiva.
Para los dirigidos por el también argentino Pablo Lavallén, la derrota en Quito pegó duro en el corazón de Melgar, aunque el entrenador le apuesta a una épica remontada.
“Nada es imposible en el fútbol. No es imposible remontar este marcador. El arco se abrirá en el algún momento del partido”, sostuvo el entrenador, para quien el duelo ante Independiente del Valle tiene doble revancha, pues fue el DT del argentino Colón en la final de la Sudamericana-2019 que ganó el club ecuatoriano en Asunción.
– Goianiense sin complejos –
La victoria 3-1 frente al Sao Paulo en la ida de las semifinales en Goiania fue la mejor noticia para el Atlético Goianiense en los últimos meses.
En puestos de descenso en el Brasileirao, el debut victorioso de Eduardo Baptista, sustituto del destituido Jorginho, trajo una pizca de tranquilidad al golpeado ‘Dragão’, que se había acostumbrado a acumular derrotas en el campeonato local contrario a su desempeño en la Sudamericana.
Por el camino dejó a laureados de la región como Liga de Quito, Olimpia y Nacional de Uruguay. Y ahora en las semifinales supo contener en la ida al Sao Paulo, monarca del torneo en 2012 pero también en horas bajas en el Campeonato Brasileño.
“Hicimos el partido que teníamos que hacer. Sacamos un buen resultado. Uno más o uno menos eso no importa. Se ganó, se crearon las situaciones de gol y eso da confianza a los jugadores para creer y mejorar”, señaló Baptista.
El Sao Paulo está contra las cuerdas. El tricolor paulista está obligado a buscar la hazaña el jueves (00H30 GMT del viernes) en el Morumbí. Necesita al menos tres goles de diferencia para alcanzar la final, pero su presente y lo hecho en Goiania no dan luces para lograrlo.
“Dejaremos la vida en el Morumbí”, aseguró el delantero argentino Jonathan Calleri. “Quiero una final internacional, no estamos eliminados, somos el Sao Paulo, tenemos que sacrificarnos para ganar porque, con todo respeto del Atlético Goianiense, no somos menos que ellos”, agregó.
