Tras varios días de absoluta tensión y, a la vez, con una dosis de esperanza por dar con el gran alpinista Dmitry Golovchenko, desaparecido en el Gasherbrum IV (7.925 m), la comunicadora del equipo de casa, Anna Piunova de Moutain RU acaba de confirmar el fallecimiento del ruso.
Su compañero Sergey Nilov, quien a duras penas pudo descender de la montaña con vida con congelaciones de tercer grado, se encuentra ya en el hospital de Skardu, donde está recibiendo atención médica. Nilov, devastado y débil, todavía no ha podido hablar y las conexiones no son buenas, por lo que el informe detallado del accidente que sufrió la cordada será emitido una vez que Nilov regrese a casa.
Dmitry Golovchenko y Sergey Nilov, la cordada más unida y fuerte del panorama actual, quisieron ascender la virgen arista sureste de este gigante del Karakorum, situado en Pakistán. Como anteriormente escribimos sobre el Gasherbrum IV, es una de las montañas más bellas y más salvajes del mundo. Solo pocos escaladores han podido coronarla, y existen muy pocas rutas a la cima de la ‘montaña bonita’, que es lo que significa su nombre.
Golovchenko y Nilov, el pasado 18 de agosto de 2023, iniciaron la ascensión en estilo alpino y sin ayuda externa por la hasta ese momento totalmente inexplorada arista sureste de la montaña. La pareja informó que planeaban concluir en 14 días. Toda la comunidad de montañismo sabía que esta empresa iba a ser algo extremadamente comprometido y único. Nunca nadie ha estado en esa arista antes, ni a modo de intento. La pareja de escaladores se encontraba totalmente solo en toda la montaña.
Golovchenko y Nilov, mediante mensajes por teléfono satelital de Golovchenko, estuvieron comunicando su posición cada día, con un mensaje corto que acompañaba las coordenadas enviadas. Los breves mensajes fueron publicados por Mountain Ru.
El 18 de agosto Golovchenko y Nilov comenzaron la ascensión. Ese primer día llegaron a su campamento 1, tras pasar por un glaciar roto y de difícil manejo, pero finalmente pudieron encontrar un paso. Pasaron la noche en el medio del campo de hielo que los conduciría luego al inicio de la ‘inesacalada’ arista sureste de Gasherbrum IV. El tercer día del ascenso, Golovchenko, mediante un mensaje escueto, informó que llegaron a un plateau, y respecto a las condiciones meteorológicas añadió que el tiempo era normal. El 21 de agosto la cordada pudo ganar más altura y pasaron la noche justo debajo del inicio de la propia arista sureste.
Por encima de los 7.000 metros
El 22 de agosto Golovchenko y Nilov superaron los 7.000 metros. La pareja de escaladores, con el paso de los días, dieron a entender lo difícil que estaba siendo avanzar en la ruta, en una arista donde cualquier paso fallido conllevaría la tragedia. El tiempo empezó a empeorarse y el ritmo del avance se ralentizó aún más. Esa noche del 22 de agosto, en el medio de un fuerte viento, durmieron en una repisa, aproximadamente a 7.100 metros, rodeados por el abismo.
El tiempo seguía empeorándose. El día siguiente, el 23 de agosto, el viento persistía y además se puso a nevar también. Pudieron ganar tan solo unos 50 metros de desnivel en la arista. La falta de oxígeno a esta altura achaca el cuerpo humano de manera abismal, y los dos escaladores informaron que trataban de racionar la comida de la que disponían y estaban dando vueltas a la cabeza para conseguir “qué hacer para no comer”. Allí se estancaron y tuvieron que resguardarse en su pequeña tienda de campaña durante todo el día. El día 25 de agosto, en el octavo día de la ascensión, los dos escaladores hicieron un intento para subir algo más, pero a causa del mal tiempo, no les quedaba otra que volver a la tienda.
Parecía que el mal tiempo vino a quedarse un par de días más. Golovchenko y Nilov no se rindieron. A pesar del cansancio, del viento helado y la nevada, la pareja avanzó dos largos de cuerda más el día siguiente, con la esperanza de que el día siguiente la meteorología les permitiría seguir subiendo por la arista.
Y así fue. El 27 de agosto consiguieron escalar otros 120-150 metros verticales, alcanzando los 7.240 metros. Positivos como siempre, enviaron su mensaje diciendo que estaban en un repisa buena, donde iban a pasar la noche. En los dos días siguientes (28 y 29 de agosto) llegaron a 7,336 m y 7,400 m respectivamente.
El 30 de agosto la cordada llegó a los 7.583 metros. “Todo normal, nos quedamos (aquí) esta noche”, decía Golovchenko en su mensaje. Esta fue la última comunicación de ambos hombres. Luego, silencio.
¿Qué se puede pensar cuando de repente falla la comunicación? Al principio todo tipo de causas posibles, pero siempre pensando en positivo. Vinieron cinco días de incertidumbre, sin noticias de ellos. Golovchenko y Nilov ya llevaban demasiados días por encima de los 7.000 metros. El cálculo inicial de la duración de la ascensión, de dos semanas, parecía que no se podía cumplir y sobrepasaron los días que ellos habían calculado. Desde el fin de semana pasado, el silencio respetuoso de la comunidad se pudo traducir a una paciencia mezclada con sentimientos de preocupación.
El 5 de septiembre, Mountain Ru informó de que Dmitry Golovchenko estaba desaparecido y que su compañero Sergey Nilov bajó solo de la montaña, muy débil y con congelaciones. Se informó también de que un helicóptero de rescate iba a intentar volar sobre la área para encontrar a Golovchenko. Más tarde se confirmó que había sufrido una caída de la arista. Todavía no se confirmó su muerte y no estaba claro qué es lo que exactamente ocurrió con ellos allí arriba.
Este miércoles, Nilov fue trasladado al hospital de Skardu para recibir atención médica y ya hoy jueves la portavoz de Mountain Ru, Anna Piunova, ha dado la mala noticia confirmando la muerte de Golovchenko, añadiendo que por el mal tiempo el helicóptero no ha podido realizar aún la búsqueda y que el cuerpo de Golovchenko estará a unos 7.000 metros, en un punto que se puede determinar aproximadamente. Nilov está muy débil, las conexiones son muy malas, y el superviviente no ha podido hablar todavía. Mountain Ru ha comentado que tras la vuelta de Nilov a casa, darán un informe detallado de lo ocurrido.