Neymar Jr. acostumbra cada año que pasa a hacerse noticia más por lo extradeportivo que por su desempeño sobre el césped, y cuando no protagoniza el escándalo, lo hace alguien de su familia, como ha sucedido con su padre este fin de semana en Brasil.
Las autoridades ambientales de Río de Janeiro le impusieron este sábado una nueva multa al delantero de la selección brasileña y del París Saint-Germain por violar la interdicción impuesta esta semana en una de sus mansiones, donde el futbolista pretendía finalizar la construcción de un lago artificial. Y, sin embargo, el problema no fue en ningún momento la multa, fácilmente asequible para el futbolista, que además ya había recibido otra con anterioridad.
Todo sucedió el viernes, un día antes de que los Neymar fuesen multados. En el momento en el que la policía carioca le remitió a la familia la notificación para detener obligatoriamente las obras, Neymar padre se enfrentó a las fuerzas del orden, como anticipó el medio brasileño ‘UOL Esporte’.
‘Neymar pai’ fue detenido por ello, aunque según amplían medios locales en Brasil, la cosa no quedó ahí. En primera instancia, parecía que el problema no había pasado a mayores, pero finalmente el progenitor de Ney sí que fue, además de detenido, arrestado y encarcelado en un cuartel.
En el momento en que se produjo la detención también se vivieron grandes momentos de tensión, como demuestra un clip capturado y publicado por CNN. Horas después de ser arrestado, eso sí, también fue puesto en libertad, aunque no se libró de una multa, otra más, de cinco millones de reales (casi un millón de euros).
Todo el conflicto se desencadenó realmente el pasado jueves, cuando las obras que se realizaban en la mansión de Neymar fueron suspendidas por orden de las autoridades ambientales brasileñas, que encontraron una serie de irregularidades en la construcción del lago. Unas obras, por cierto, realizadas en el condominio Aero Rural, contiguo al de Portobello, donde el jugador tiene otra lujosa mansión de 5.000 metros cuadrados valorada en 28 millones de reales (5,36 millones de euros).
Algunos de los puntos expuestos por los fiscales, liderados por la secretaria municipal de medioambiente, Shayenne Barreto, fueron el desvío del curso de riachuelos, la captación de agua de un río sin la debida autorización, excavaciones prohibidas, movimiento irregular de rocas y tierra, y utilización de la arena de la playa. Y por ello el equipo decidió aislar el área externa de la casa localizada en la Costa Verde de Río de Janeiro.
Sin embargo, ni siquiera el aviso de las fuerzas de seguridad achantó a Neymar. El delantero violó la sanción el viernes -un día después de impuesta- al hacer una fiesta para inaugurar el lago, donde el futbolista hasta disfrutó con un baño pese a que la obra aún está sin terminar. Y las prisas pudieron con él, porque circularon por redes sociales cientos de imágenes en las que algunos de los invitados posaban al lado de los carteles de interdicción.
Las nuevas pruebas, corroboradas por los inspectores de la Secretaría de Medio Ambiente de Mangaritiba, municipio del litoral de Río de Janeiro conocido por sus lujosos ‘resorts’ y mansiones, fueron incluidas en el proceso de investigación que se sigue por el caso, según una nota de la entidad, que también confirmó que más equipos de fiscales ambientales se desplazaron hasta la propiedad para notificar y prohibir la continuidad de las obras.
Los inspectores visitaron nuevamente la mansión del internacional brasileño e identificaron movimientos en la zona prohibida, lo que implica el incumplimiento del embargo y nuevas infracciones ambientales, aunque dada la deriva del caso, es probable que nadie pueda parar los planes de Neymar.