Se acabó, no habrá más ‘Nadalcaraz’ en los dobles masculinos del torneo de tenis de los Juegos de París 2024. Hasta los cuartos de final llegó la superpareja española tras caer este miércoles, en un durísimo partido, ante el tándem norteamericano formado por Austin Krajicek y Rajeev Ram. La Philippe Chatrier fue testigo, por segunda y definitiva vez, del fin de la historia olímpica de Rafa Nadal en un día negro para el deporte español.
Todas las esperanzas estaban puestas en esta jornda en el equipo formado por la gran leyenda y su joven aprendiz en un día marcado por las decepciones en la lucha por las medallas. Alcaraz cumplió en el duelo de individuales ante Safiullin horas antes, pero no iba a ser capaz de redondear la gesta.
El murciano fue el mejor de un arranque complicado, pues a las primeras de cambio llegó la rotura de los norteamericanos sobre el servicio de Nadal. No hubo sufrimiento ante la pareja argentina de primera ronda, reñido, aunque no al límite, fue el partido ante los neerlandeses, pero los americanos se presentaban como una amenaza más que real desde el arranque.
La movilidad de piernas de Alcaraz se esfumó pronto, la fatiga de la doble ración de tenis se dejó ver pronto. Lo percibieron los rivales y se convirtió en el blanco perfecto en la red. Tampoco tuvieron mucho respeto por el ganador de 22 Grand Slams, la potencia de los cañonazos era igual o mayor para él cuando subía a rematar los puntos en las distancias cortas.
Con el 2-1 en contra en el marcador, los españoles se aplicaron en el rodaje tras el primer descanso. Poco a poco encontraron más facilidades para resolver los turnos de servicio, eso sí, se mantuvieron lejos de las opciones de romper la inciativa de dos sacadores puros.
El segundo break llegó con una ‘doble doble’ falta de Alcaraz, cada vez más desacertado y desquiciado, que puso en bandeja el primer set a Krajicek y Ram.
El 6-2 en el primer set no invitaba al optimismo. Tampoco las sensaciones favorecían un clima calmado para la pareja española. Una remontada suponía resolver el partido en otro ‘super tie-break’ y Nadal ya había dejado claro en la previa que no estaba nada de acuerdo con esa manera de decidir un combate de cuatro.
Pese a todo, los dos grandes representantes de ‘La Armada’ remaron muy serios un partido empatado rigurosamente hasta el 3-3. La figura de Nadal se había agrandado para tapar las carencias de Carlos, progreso insuficiente, en cualquier caso, para un partido que iba a requerir el mejor estado de forma de los dos.
Así llegó la siguiente rotura de los norteamericanos sobre el saque del murciano y el principio del fin de ‘Nadalcaraz’. El milagro fue posible hasta los dos últimos juegos, primero con la salvada de Nadal en el turno de saque español y luego con una labor épica desde el resto.
Los españoles lograron, aupados por una grada volcada —como si de un partido de Copa Davis en suelo español se tratara—, llegar hasta el 15-40. Los dos puntos hasta la ventaja se esfumaron en dos malos restos y el partido entraba en la fase decisiva. Hasta dos oportunidades más tendrían de romper, pero el saque de Krajicek pudo con todo y con un ace con al límite de la línea se acabó todo.
Alcaraz peleará por su cuenta a partir de ahora y Nadal deberá resolver la incógnita. Tres veces se ha despedido ya de la Philippe Chatrier este verano, quizás para siempre, quizás no, dependerá de lo que decida tras una derrota que marca un antes y un después en su larga y brillante carrera.