No todo va tener de cuerpos hercúleos y definidos para triunfar en el deporte profesional y en este caso la NBA, de seguir a rajatabla los impuestos cánones con los codiciados abdominales como santo y seña de los ideales implantados también en la sociedad en cuanto a belleza.
Aunque quizá han tenido que ajustar su peso o tienen aún que hacerlo en algunos casos, han llegado a la cima o son parte ya de la historia sin haber tenido un cuerpo atlético, desmintiendo los estereotipos del atleta profesional.
Todas estas estrellas, proyectos de estrella o mitos han eliminado el estigma y cualquier sentido peyorativo entorno a los ‘gordos’. Igual no marcan abdominales y han tenido o tienen unos kilos de más, pero habiendo llegado a donde han llegado, ¿a quién le importa?
Ya lo dijo un día el propio Luka Doncic, que admitió preguntado por las críticas a su estado físico que “nunca he sido un tipo muy musculoso”. Y también ha reconocido sin tapujos cuando algún verano se ha descuidado en exceso como fue el caso del de 2021, llegando a pesar 118 kilos siendo 104 su peso habitual con sus 2,01. Hasta los michelines le llegaron a colgar en cierto momento.
Pero Doncic, siempre entre reproches por su forma, está decidido a silenciarlos de una vez por todas, trabajando físicamente este verano como nunca. De hecho, en el inicio de los entrenamientos de la selección eslovena, ha destacado sentirse “mejor” que el año pasado, cuando de hecho ya se presentó al Eurobasket con una forma decente. Un estado físico óptimo que le permitió en gran parte anotar 30 puntos o más en los 9 primeros partidos de temporada con una plusmarca a la altura de Wilt Chamberlain, ni siquiera firmada por Michael Jordan.
Advertido por Dallas antes del verano sobre que tenía que bajar de peso, el tema está en que el ‘77’ sea capaz de mantener un físico óptimo todo el año. Si lo hace, Luka Doncic puede pasar a un nivel aún superior.
Pero si Doncic es lo que es, es en gran parte por ese cuerpo ancho del que él también se ríe. El mismo que le permite, entre otras ventajas, poner en jaque a los bases rivales posteando y distorsionando así los emparejamientos. Sólo, que se trata de quitar grasa y añadir más músculo.
Otro genio balcánico que, como Luka Doncic, bromea con su físico, reconociendo en múltiples ocasiones que “no soy muy atlético”. La diferencia es que el recién proclamado campeón de la NBA se lo ha tomado ya en serio para estar en una forma óptima todo el año. Y eso que empezó en un punto de partida mucho peor que el esloveno.
Con sus 2,11, el doble MVP se presentó a la NBA nada más y nada menos que con 136 kilos, fruto de una ruinosa dieta que incluía como hábito más espeluznante unos 2 o 3 litros de Coca-Cola diarios. El pívot fue mejorando pero el confinamiento marcó un antes y un después en el serbio, que empezó esa temporada con 128 kilos para acabar con sus 113 actuales.
