Hay partidos que no exigen jugar bien. Quizá, ni ser mejor. La gran diferencia en algunos lances del deporte consiste en tener un plus diferencial que el contrario no tiene. Y a eso se han agarrado Alejandra Salazar y Gemma Triay para clasificarse a la final del Granada Open.
Porque la pareja número uno de World Padel Tour tenía un encuentro de semifinales ante la dupla que se antoja la única alternativa realista al duopolio de las dos primeras clasificadas del ranking.
Delfi Brea y Bea González ya habían dejado buenas sensaciones en su primera etapa como pareja y este sábado tenían ante sí la oportunidad de mostrar las primeras pinceladas de madurez de un nuevo ciclo. Y lo harían, pero con peros.
Un partido que se iba a volcar a la dinámica impuesta por Brea y Bea. La joven dupla achicaba espacio mediante la anarquía de González para no permitir jugar en red a Triay y Brea aguantaba el cruzado de derechas con Salazar.
Un plan inteligente impuesto desde el banquillo que tenía sus frutos en forma de set y de tendencia. El encuentro caminaba por un terreno donde lucen sus virtudes, se encuentran más cómodas e incómoda el patrón de las uno.
Con marcador a favor y coqueteando con la victoria, el noveno juego del segundo set sería capital. Triay, inocua durante todo el partido, leía un cambio en la estrategia que permitiera recuperar la red. Bloquear la bandeja de González, cortar el centro, robar tiempo y, a partir de ahí, dominar la jugada. Y funcionaría.
Ale y Gemma, que huelen la sangre, con un parcial de seis juegos consecutivos se marchaban en el marcador y ponían la directa a su sexta final del año con un traje que acostumbran ya a lucir. El de la pareja irregular que asume riesgos y que, de momento, tiene un plus más que el resto para revertir escenarios sinuosos.
El 4-6, 6-4 y 6-1 final clasificaba a las uno y desdibujaba, en cierta medida, el partido de unas Brea y González que han mostrado argumentos para creer que pueden ser lo que quieran ser, pero que tiene en el aprendizaje competitivo la mayor de sus mejoras.