Nada nuevo en la Fórmula 1 este fin de semana: Max Verstappen vuelve a ganar y Red Bull hace doblete. El neerlandés volvió a completar un Gran Premio perfecto en Spa para ganar su décima carrera —a pesar de partir sexto— y arrasar a Checo Pérez cuando el mexicano lideraba. Charles Leclerc no pudo competir con el ritmo de la escudería austriaca, pero salvó los muebles para Ferrari con un tercer puesto tras el abandono de Carlos Sainz. La única buena noticia para el automovilismo español fue Fernando Alonso, que ascendió cuatro posiciones para terminar quinto, aunque muy lejos de volver al podio, y mejorar un fin de semana de pesadilla para Aston Martin.
La primera curva marcó un antes y un después en el día de Sainz. No dio tiempo a soñar con verle en el podio porque un toque con Piastri le dejó fuera de la lucha cuando parecía que podía adelantar a Hamilton y presentar batalla en la parte alta. Los daños en su monoplaza fueron demasiado para su Ferrari y, aunque aguantó poco más de 20 vueltas —esperando a la lluvia como el milagro que necesitaba—, terminó abandonando porque no merecía la pena seguir.
Alonso vivió justo lo contrario. Una gran salida le puso en la parte media muy rápido —sexto—, y eso le dio la oportunidad de demostrar que la escudería británica sigue teniendo el potencial para volver a los podios, aunque aún tiene que explotarlo, pues su ritmo no fue suficiente para amenazar a Hamilton —a más de 20 segundos del asturiano—. Terminó quinto, lo justo para mantener el tercer puesto en el campeonato antes del parón veraniego, un mes que le da la oportunidad a Aston Martin de volver con más fuerza para recuperar su sitio frente a Mercedes y McLaren.
Hubo lluvia, lo que todo el mundo esperaba para que pasase algo fuera de lo común, pero el agua pasó por Spa sin pena ni gloria. Llovió unos minutos, pero la pista no se mojó lo suficiente como para montar intermedios y los equipos se la jugaron con los neumáticos de seco. Destacó Norris con los blandos, iniciando un gran ascenso desde la parte baja, a la que había quedado relegado desde el principio, para terminar en un gran séptimo puesto.
Poco más interesante pasó. Ocon (octavo) y Gasly (undécimo) dejaron grandes adelantamientos, sin nada que lamentar por el camino en la última carrera de Otmar Szafnauer como jefe de equipo de Alpine, y Stroll solo pudo ser noveno pese a haber contenido magistralmente a Russell (sexto) durante gran parte de la carrera con los neumáticos en las lonas.
Y como de costumbre, Mad Max vio la bandera de cuadros con una distancia abismal frente a Checo Pérez. Le había adelantado antes de que se cumpliese la mitad de la carrera, en lo que dura un pestañeo y casi sin que el mexicano se diese cuenta. Un día más en la oficina del neerlandés, que ya lleva 10 victorias y 314 puntos —125 más que Pérez—, y ata el tricampeonato antes de sus vacaciones.