La inversión a largo plazo en la India por parte de las empresas está estancada y el dinero extranjero disminuye
La economía india está en auge. Los precios de las acciones están por las nubes, entre los mejores del mundo. Las inversiones del gobierno en aeropuertos, puentes y carreteras, así como en infraestructuras de energía limpia, son visibles en casi todas partes. Se espera que la producción total de la India, o producto interior bruto, aumente un 6% este año, más rápido que en Estados Unidos o China.
Pero hay un problema: La inversión de las empresas indias no sigue el mismo ritmo. El dinero que las empresas invierten en el futuro de sus negocios, por ejemplo en nuevas máquinas y fábricas, está estancado. Como fracción de la economía india, se está reduciendo. Y mientras el dinero vuela a los mercados bursátiles indios, la inversión a largo plazo procedente del extranjero ha disminuido.
Las luces verdes y rojas parpadean al mismo tiempo. En algún momento próximo, el gobierno tendrá que reducir su gasto extraordinario, lo que podría lastrar la economía si el dinero del sector privado no repunta.
Nadie espera que la India deje de crecer, pero un aumento del 6% no basta para satisfacer sus ambiciones. Su población, la mayor del mundo, no deja de crecer. Su gobierno se ha fijado el objetivo nacional de alcanzar a China y convertirse en una nación desarrollada en 2047. Según la mayoría de los economistas, ese salto requerirá un crecimiento sostenido cercano al 8% o 9% anual.