No se puede subestimar el importante papel que el multimillonario Elon Musk ha desempeñado en las primeras semanas de la administración Trump. El presidente ha elogiado públicamente al magente en múltiples ocasiones, incluso cuando, según The New York Times, otros miembros clave de su equipo están cada vez más frustrados con el multimillonario y sus socios. Aunque el papel exacto de Musk en la Administración sigue sin estar claro -algunos funcionarios de la Casa Blanca han desmentido la afirmación de Trump de que dirige el recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental-, su influencia en Washington se deja sentir a través de esta nueva agencia.
Musk es propietario de importantes empresas, como Tesla, X (antes Twitter), SpaceX y The Boring Company, muchas de las cuales se han beneficiado enormemente de contratos gubernamentales. Su proximidad al presidente podría ayudar a garantizar que esos contratos continúen durante los próximos cuatro años. Sin embargo, Tesla se enfrenta a problemas financieros más existenciales.
Como fabricante de vehículos eléctricos, la base de clientes de Tesla está formada en gran medida por consumidores preocupados por el clima que eligen los vehículos eléctricos en lugar de los coches con motor de combustión para reducir su huella de carbono.
En 2023, el grupo de investigación Strategic Vision descubrió que los propietarios demócratas de este tipo de vehículos superaban a los republicanos en más de dos a uno. Sin embargo, Politico informó ese mismo año que la adopción de vehículos eléctricos entre los votantes del Partido Republicano estaba creciendo. Con el creciente perfil de Musk entre los partidarios de Trump, queda por ver si los compradores republicanos compensarán cualquier descenso en las ventas de Tesla por parte de los demócratas frustrados por su influencia política.
Los consumidores internacionales se alejan de Tesla
El lunes, las acciones de Tesla cayeron un 15% en un solo día, una señal alarmante antes de su primer informe trimestral de 2025 el próximo mes.
Las noticias de que los consumidores se alejan de Tesla no favorecen la confianza de los inversores.
Según The Irish Times, las matriculaciones de Tesla en Alemania cayeron un 59% entre enero de 2024 y enero de 2025. Reuters informó de descensos similares en los países escandinavos, y Market Watch destacó la misma tendencia en China, donde de enero a febrero los pedidos cayeron a la mitad.
Las otras empresas de Musk podrían ir mejor que Tesla bajo la presidencia de Trump
Mientras que otras empresas de Musk, como SpaceX, pueden ver un aumento de los negocios bajo Trump, el presidente ha dejado clara su oposición a los vehículos eléctricos y los mandatos impuestos por la administración Biden. Mientras tanto, Musk ya ha aprovechado su papel en el gobierno para proponer que su empresa, Starlink -que proporciona Internet por satélite- sustituya a Verizon en la modernización de los sistemas de la Administración Federal de Aviación. La CNN informó de que la presión de Musk para dejar de lado a Verizon presenta un conflicto de intereses, lo que podría provocar la reacción de otros actores del sector privado.
Esta situación pone de relieve cómo Musk podría utilizar su proximidad a la Administración para alinear el gasto federal con sus intereses empresariales -a pesar de las afirmaciones de Trump de que impediría tal influencia-.
La gestión de la Casa Blanca de la disputa Starlink-Verizon será una prueba clave de su voluntad de abordar posibles conflictos de intereses.
La anterior Casa Blanca y el Congreso trabajaron para consagrar créditos fiscales para vehículos eléctricos en la legislación federal y establecer políticas que favorecieran a los fabricantes de vehículos eléctricos. Sin embargo, Trump ha dado marcha atrás a las normas de la era Biden y se ha opuesto a cualquier esfuerzo del Congreso para restablecerlas.
