El mandatario saliente de Argentina, Alberto Fernández, ofreció un último mensaje en cadena nacional durante la tarde de este viernes, de cara a la entrega de la Presidencia a Javier Milei el próximo 10 de diciembre, en un discurso en el que afirmó que la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que acordó su antecesor Mauricio Macri es “la principal causa de la crisis social y económica” que sufre su país.
“En estos cuatro años hemos sufrido los efectos negativos de una deuda que irresponsablemente tomó el gobierno que me precedió. Esa es la principal causa de nuestra crisis social y económica“, aseguró.
Fernández no dejó de mencionar que su antecesor, Mauricio Macri, negoció el acuerdo con el FMI en condiciones irregulares y permitió que los dólares que debían servir para mejorar la situación interna, acabaran fuera del país.
“Solo hay que recordar que esa deuda nos obligaba a pagar entre 2021 y 2022 la suma de 37.000 millones de dólares. De esa deuda tomada irregularmente, denunciada ante los tribunales federales y que ahora, el mismo FMI comienza a indagar, no ha quedado en Argentina un solo dólar”, relató.
Efectos de la deuda
Sobre los efectos de tal endeudamiento, comentó que pese a los esfuerzos emprendidos por su Administración para superar la crisis económica, no fue posible “resolver una matriz económica sólida, que permita el acceso a una vida digna para todos y todas”.
“Sabemos que no hemos alcanzado los objetivos que nos propusimos en el fortalecimiento del ingreso, en la lucha contra la inflación y en la disminución de la pobreza, porque las circunstancias y el contexto no nos acompañaron, y también porque deberíamos haberlo hecho mejor, diferente o porque no encontramos las herramientas adecuadas”, completó.
“Siento pesar por lo que no pude hacer (…), por lo que nos impidieron hacer, lo que no debimos hacer o lo que debimos haber hecho de otro modo. Sé que en todo tengo responsabilidad“, admitió.
Empleo y crecimiento económico
A pesar de ello, subrayó que “la Argentina vio crecer su economía un 16 % entre 2021 y 2022”, mientras que el empleo formal ha crecido durante “37 meses ininterrumpidos” y el consumo registra un incremento sostenido por 30 meses, que en el presente es 10 % más alto que en la etapa prepandémica.
“La conflictividad laboral ha sido la más baja de los últimos 12 años. La tasa de empleo se ubica en niveles récord del 44,6 %. El total del empleo registrado llegó a niveles máximos desde 2012, con 13.320.000 personas ocupadas”, precisó
Necesidad de diálogo
Antes de ofrecer un balance de su gestión, se refirió a los argentinos que vivieron el fin de la dictadura militar hace cuatro décadas, que, dijo, “tal vez no podían imaginar” que ahora estarían “frente al traspaso institucional del Gobierno de una fuerza política a otra diferente, ambas elegidas por el pueblo”.
“En este particular momento del mundo, donde los discursos del odio y la confrontación degradan cualquier debate, deshumanizan la convivencia y espiralizan la violencia y la incertidumbre, quienes ocupamos lugares públicos tenemos la obligación de estar serenos y recuperar el diálogo“, consideró a posteriori.
A ese respecto, lamentó no haber sido capaz de “superar la grieta” que “separa” y “enfrenta” a la sociedad argentina. “He aprendido que para cerrar la grieta no hace falta someter al otro. No se trata de ver quién impone su relato. Lo que hace falta es caminar junto al otro, aprender a profundizar los acuerdos y minimizar las diferencias”, reflexionó.
Salud, educación y obra pública
Pese al difícil tiempo que le tocó enfrentar, el mandatario defendió sus logros en salud, educación y obra pública.
Sobre lo primero refirió que en su período se alcanzó “el índice más bajo de mortalidad infantil” en la historia de Argentina, al tiempo que en solo dos años la mortalidad materna se redujo en 40 % mientras que la cifra de embarazos de niñas y adolescentes cayó a menos de la mitad de la reportada en 2019.
Además, el mandatario destacó que en este período se sancionó “el aborto legal, seguro y gratuito”,
A esto sumó el plan de vacunación implementado durante la pandemia –que a la fecha suma 130 millones de dosis administradas–, así como la incorporación de Buenos Aires a los países que producen inmunizadores contra la covid-19.
En relación con las políticas implementadas para garantizar la educación pública gratuita, aludió al incremento del presupuesto destinado a ciencia y tecnología, así como a la construcción de nuevos jardines de infancia, escuelas y universidades, la dotación de libros de texto y la distribución de unas dos millones de becas.
Con respecto a la obra pública, afirmó que al día de hoy, “no existe un municipio en la Argentina que no haya recibido una obra pública”.
“Las más de 141.000 viviendas que edificamos y entregamos a familias argentinas que soñaban con tener un techo propio y también lo atestiguan las 96.000 viviendas que se están construyendo. También dimos créditos para la compra de lotes con servicios, para la construcción de la casa propia o para la ampliación de ellas”, ilustró.
“Terminamos siendo el Gobierno que más obra pública desarrolló en su mandato“, agregó.
Final controvertido
En la víspera de la culminación de su mandato, Fernández afirmó que su equipo logró “poner a la Argentina de pie”. “Me voy con la tranquilidad de haber puesto todo lo que había que poner en este tiempo para ayudar a este país. Estamos dejando un país que está funcionando“, aseguró el miércoles, en su mensaje de despedida a los trabajadores que lo acompañaron en la Casa Rosada.
Pese a su mensaje, el mandatario peronista deja su gestión con el lastre de la pobreza multidimensional urbana, que ascendió al 44,7 % de la población, lo que equivale a 17,5 millones de argentinos sumergidos en niveles bajos de ingresos, según el más reciente informe del Observatorio de la Deuda Social (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA).
En esta materia, el otro gran pendiente que deja Fernández es el imparable aumento de bienes y servicios. En octubre, la inflación mensual alcanzó el 8,3 %, y en su tasa interanual fue del 142,7 %.
Expectación
Argentina y el mundo miran con incertidumbre a la nación latinoamericana.
Milei ha prometido un giro radical, que prevé el achicamiento del Estado, la liberalización de la economía, el impulso a la dolarización y la desaparición del Banco Central, aunque este viernes el Fondo Monetario Internacional (FMI) instó al mandatario entrante a mantener un ente emisor “fuerte” para lograr contener la inflación.