Alemania confirmó este martes que cerraron 2023 con el segundo dato de inflación más alto desde la reunificación del país en 1990. Los precios crecieron un 3,7% en diciembre lo que hace que en conjunto del año pasado el IPC germano se situase en el 5,9% interanual, según los datos de la Oficina Federal de Estadística, Destatis. Por su parte, la inflación subyacente en el conjunto de 2023 fue del 5,1%, muy superior a la de 2022 (+3,8%).
En récord todavía lo ostenta el año 2022, con un incremento de los precios del 6,9%, un máximo histórico. La presidenta de Destatis, Ruth Brand, aseguró que, a pesar de que la inflación cayó con respecto a 2022 casi dos puntos, “se encuentra en un nivel muy alto”. La responsable contó que esto se debe, en gran parte, al precio de los alimentos que “registraron aumentos particularmente fuertes en promedio anual en 2023”. En concreto, se expandieron un 12,4% de media el año pasado. También la energía tuvo su parte de implicación en este alto repunte.
En cuanto al cierre del año, el mes de diciembre fue especialmente complicado para el comportamiento de los precios en la locomotora de Europa. El incremento del 3,7% es un aumento considerable tras meses de datos a la baja. Esto se debe, en particular, a un incremento de los precios de la energía.
Igual que sucedió en 2022, las ayudas a la energía mitigaron parte de los incrementos de los precios en la factura. Pero el comportamiento del precio de los productos energéticos es un gran problema para el país, hay que tener en cuenta que en 2022 se dispararon un 29,7%.
Pero Alemania parece que no consigue poner coto al aumento del coste energético y al gobierno de Olaf Scholz le está resultando complicado controlar esta vorágine, sobre todo después de que la sentencia del Tribunal Constitucional bloquease 60.000 millones de fondos reservados, parte de los cuales se iban a usar para paliar los efectos del impulso del coste eléctrico.
En el comunicado de Destatis destacan que a lo largo de 2023 la presión de los precios energéticos se moderó en el período que va desde marzo a diciembre, con una especial tendencia a la baja en los precios en los meses de octubre y noviembre. Aún así, los precios de la energía doméstica se incrementaron un 14% de media en 2023. En concreto, el gas natural costó un 14,7% más que el año anterior y la electricidad se incrementó un 12,7%. Por otro lado, el precio del gasóleo doméstico para calefacción “cayó sustancialmente en 2023”, informan desde Destatis. En concreto un 22,2% con respecto a 2022.
Pero los datos de diciembre dicen que la evolución de los precios de la energía estuvo “impulsada por un efecto de base” debido a que las ayudas del Gobierno federal tuvieron un efecto amortiguador al hacerse cargo de los pagos de la factura de de gas y calefacción de los hogares. Todo esto hizo en 2023 se incrementasen los precios del gas, por ejemplo, un 34% interanual en diciembre de 2023 y la calefacción incluso un 58,6%. Por el contrario, los precios de la luz se mantuvieron prácticamente estables en comparación con el último mes de 2022.
Alimentos mucho más caros
A nivel mensual, el precio de los alimentos siguió desacelerándose en diciembre, con un incremento del 4,6% frente al 5,5% que registró el mes de noviembre.
Aún así, la cesta de la compra en Alemania fue un 12,4% más cara en 2023 tras arrastrar otro repunte en 2022 del 13,4%, muy por encima de la inflación general. En líneas generales, casi todos los grupos de alimentos se vieron afectados por esta crecida de los precios. Pero lo que más se encareció en la cesta de la compra germana fue el pan y los cereales (+16,4%), los lácteos y los huevos (+15,7%). El pescado, los productos pesqueros y los mariscos sufrieron un importante incremento del 14,7% y las verduras un 13,3%, un aumento “muy superior a la media” en comparación con 2022.
Por su parte, las caídas de precios se vieron en las grasas y los aceites comestibles, que cayeron un 3,5% y especialmente la mantequilla, cuyos precios fueron un 17,8% más bajos.