José Ángel Gurría (México, 1950) analiza los retos de la economía actual con la amplia visión que le confiere su experiencia como secretario general de la OCDE, cargo que ocupó desde 2006 hasta 2021. El también exsecretario de Hacienda de México se reunió con elEconomista.es con motivo de su presencia en el Imperial Springs International Forum (ISIF 2024), celebrado en Madrid esta semana.
Hay una especie de hilo conductor y es la enorme preocupación que una administración encabezada por Donald Trump va a provocar en el comercio mundial, en la economía mundial en general. Sabemos que él no es muy fan del multilateralismo, que le gusta más el enfoque bilateral, porque generalmente en un enfoque bilateral, él es el fuerte. El multilateralismo tiene como lógica que todos los países juntos hacen más que un país en lo individual y en esa medida encuentran soluciones que pueden ser compartidas. En cambio, el enfoque bilateral, es al revés. Estamos viendo un mundo con incertidumbre, pero además es que en algunos casos se está preparando para lo peor, para el impacto que puede tener esto en la economía global.
México y Canadá tienen un acuerdo de libre comercio con EEUU y ahora llega el hecho de que pone un arancel del 25% porque simplemente tenemos el tema de la migración y el narcotráfico. Yo creo que el tema migratorio se puede hablar. Entiendo que sea un problema para EEUU, que haya varios millones de personas que quieran entrar al mismo tiempo en el país. Pero hay soluciones tanto para este tema como para el fentanilo, que es la cooperación con tecnología. Es decir, tener deseos de cooperar tecnológicamente con el asunto de las drogas. Hay tecnología que permite pillar a un número mayor de personas que quiere pasar droga por la frontera, casi de pasada por la frontera. Es decir, tú tienes unos radares y unos rayos X en el momento casi que pasas, puedes identificar que algo no está mal, que algo no está bien, en otras palabras que hay algún problema y que el camión inspeccionado tiene algunos kilos de más de los que debería llevar.
Subiría la inflación y, por supuesto, lo que habría que hacer es subir los tipos o mantener las tasas en sus niveles actuales, que ya están en México al 10% y no te sale ningún proyecto inversor a esos niveles.
Hay que decir que es bastante impresionante y admirable lo que están haciendo en cuanto a la producción y la tecnología. El problema con China es que, efectivamente, están siendo muy agresivos y entonces invade los mercados y la reacción del resto es “tengo que defenderme”. En lugar de ser algo como más orgánico y natural, China se vuelve un actor muy agresivo en cuanto a la producción y los precios. Los coches chinos valen menos que los coches eléctricos europeos o estadounidenses. Es un caso interesante el de la industria automotriz. Al penetrar de esta manera en los mercados evidentemente, generan resistencias. Además porque no son empresas propiamente dichas, es decir, no es una compañía que esté presente en una bolsa de valores, por ejemplo. No se sabe lo que hay detrás en cuanto a los subsidios oficiales del Gobierno. Creo que en esa parte es donde hay más reacción y en donde los chinos tendrían que trabajar más. Porque ya sabemos que el coste por la mano de obra ya son más o menos equiparables y ya no son competitivos con Occidente en ese aspecto. Entonces, ¿Cómo consiguen ser igualmente competitivos y abaratar los costes? Creo que ahí está la gran pregunta.
