El año electoral llega a su primera fecha clave en Argentina y el Gobierno de Alberto Fernández se prepara ante un posible ‘shock’ postelectoral de la mejor forma que se puede en el país sudamericano: trayendo desde EEUU millones de billetes de dólares en efectivo para el caso de que haya un pánico bancario el lunes por la mañana. Una medida que deja clara la incertidumbre y preocupación ante un resultado electoral imprevisible.
Este domingo se celebran las primarias abiertas, obligatorias y simultáneas (PASO), que en la práctica son una ‘primera vuelta’ en la que todos los partidos deben obtener un mínimo del 1,5% para poder ir a las generales de octubre. El objetivo de estas primarias es permitir a los partidos o coaliciones presentar varios candidatos y que sea el electorado nacional el que decida cuál de las listas de cada partido tiene más apoyo. En la práctica, al ser obligatorio el voto de todos los ciudadanos, también sirve como un ‘macrosondeo’ con fuego real: la suma de los apoyos que reciban los candidatos de cada partido indica mejor que cualquier encuesta cómo se encuentra cada fuerza de cara a la votación definitiva.
Y el hecho de que los resultados dejen bien claro por dónde van los tiros ha convertido a este paso previo en un momento clave en cada ciclo electoral. Hace cuatro años, cuando el peronismo de Alberto y Cristina Fernández superó el 47% en las PASO, los mercados reaccionaron dando por hecha su victoria electoral en las generales: el peso argentino y la bolsa se hundieron un 30% en cuanto abrieron los mercados.
Esta vez, el candidato peronista, Sergio Massa, es el ‘súperministro’ de Economía, y lo último que quiere es un susto similar cuando se abran las urnas. Así que, según Clarín, el Banco Central de Argentina ha decidido fletar un avión para traer 600 millones de dólares en efectivo desde su cuenta en la Reserva Federal de EEUU, para asegurarse de que todos los bancos del país estén abastecidos de billetes el lunes. Argentina sigue aplicando el llamado ‘cepo cambiario’, que restringe la cantidad de dinero extranjero que pueden comprar los ciudadanos, pero es posible que todo el país intente cubrir su cupo mensual a la vez en caso de un ‘shock’ político.
Y puede haber muchos sustos en unas elecciones a las que se llega con mucha incertidumbre. Las encuestas han pasado de mostrar un triple empate entre el peronismo, la coalición del expresidente Mauricio Macri y la gran novedad de estas elecciones, los libertarios de Javier Milei; a mostrar un doble empate entre las dos grandes fuerzas tradicionales, con Milei a la baja. Tampoco está claro que los mercados tengan tanto pánico a una victoria de Massa, del ala más ‘ortodoxa’ del peronismo, ni se sabe qué reacción tendrían ante Milei, que promete reformas económicas “más fuertes que las que pide el FMI”.
Por el momento, el país ha tenido que solicitar un préstamo de 775 millones a Catar para cumplir con los intereses de la deuda que tiene con el FMI. El organismo internacional le entregará el siguiente tramo del préstamo renegociado por Argentina, de unos 7.500 millones de dólares, en noviembre, y el país sudamericano usará parte de ese dinero para devolverle lo prestado al país del Golfo. Una situación que deja claras las dificultades económicas que vive el país, en medio de una sequía histórica provocada por el calentamiento global que ha hundido sus ingresos agrarios.