El Banco Central de Brasil indicó que hay pocas probabilidades de que se intensifique el ritmo de los recortes de tasas de interés y subrayó su firme compromiso de dirigir la inflación hacia los objetivos oficiales en el marco de una política monetaria aún contractiva.
Tras embarcarse en un ciclo de relajación con una primera reducción de 50 puntos básicos, la entidad subrayó en las minutas de la reunión celebrada los días 1 y el 2 de agosto que unos recortes mayores “requerirían sorpresas positivas sustanciales que aumentaran aún más la confianza en la dinámica desinflacionista prevista”.
El comité de fijación de tasas, conocido como Copom, bajó el tipo de interés de referencia al 13,25% la semana pasada y reveló que sus miembros estaban unánimemente de acuerdo en cuanto a la previsión de futuros recortes de 50 puntos básicos en el ciclo.
Esta perspectiva, mostraron las actas, surge de la valoración de que este ritmo se alinea con el reanclaje de las expectativas de inflación y la dinámica desinflacionista.
Al mismo tiempo, se considera adecuado para afinar el grado de endurecimiento monetario en términos reales, en particular dada “la dinámica más benigna de la inflación prevista en las proyecciones del escenario de referencia”.
El banco central también declaró que, en su decisión de la semana pasada, se hizo especial hincapié en el requisito de mantener una política monetaria aún contractiva.
“El comité mantiene su firme compromiso con la convergencia de la inflación al objetivo en el horizonte relevante y refuerza que la extensión del ciclo reflejará el mandato legal del banco central brasileño”, añadió.
La decisión de bajar inicialmente las tasas en 50 puntos básicos fue recibida con una respuesta dividida dentro del consejo, ya que cinco miembros votaron a favor de la medida, mientras que cuatro abogaron por una disminución más conservadora de 25 puntos básicos, que fue también la previsión predominante entre los economistas encuestados por Reuters.