Más allá de la agenda que maneje el gobierno que inicie sus funciones en julio próximo, existen nombramientos que serán claves para infundir confianza en el empresariado peruano.

Si bien en algunos primará lo político; también hay otros en los que la independencia será lo fundamental y lo más difícil de lograr.

Los cargos

El nombramiento que manda la primera señal es el del presidente del Consejo de Ministros. “Es el primero que se conoce y es el que marca el tono en la conformación del Gabinete”, explica Diego Macera, gerente general del Instituto Peruano de Economía.

De ello dependerá la designación de otros funcionarios en instituciones claves en el manejo económico como son el Banco Central de Reserva, el MEF, la Sunat y carteras vinculadas al ámbito productivo como el Minem y el Ministerio de Trabajo.

“Cuando uno evalúa qué tan amigable o no es el Ejecutivo para el ambiente de inversión, lo que trata de ver es la actitud de estas instituciones con sus líderes respecto de la libertad empresarial”, agrega Macera.

Lo cierto es que dicha designación debe sumar a la trayectoria institucional y el manejo técnico de la entidad que presidirá. Algo de lo que, según comenta el economista Luis Arias Minaya, adolecen muchas entidades públicas en el país.

“La inestabilidad en los cargos ministeriales significa una inestabilidad en los viceministros y directores generales. Ideal sería que generemos estabilidad de viceministros y directores para darle continuidad a políticas importantes”, afirmó.

Por su papel en la inclusión financiera y ante las propuestas de un nuevo rol del banco, Arias Minaya afirma que la designación del presidente del banco y de su directorio será también fundamental. Esta está a cargo del Ejecutivo.

El BCR y la SBS

Pese a todos los puestos anteriores, el del Banco Central será determinante. “Más allá de un programa liberal o estatista, la independencia del BCR es fundamental, pues asegura un manejo técnico de la política cambiaria, monetaria y que el déficit no sea financiado con emisión”, agrega Arias Minaya.

Como se recuerda, el Congreso propone a tres personas para el directorio; mientras que el Ejecutivo hace lo propio con el presidente del BCR y otros tres directores. Las propuestas del Ejecutivo deberán ser ratificadas por el Congreso.

Siendo así las cosas, ¿es sencillo garantizar un nombramiento que transmita independencia? Para Marco Ortiz, profesor de Economía de la Universidad del Pacífico, se trata de una labor compleja. “Tiene que ser alguien que tenga la aprobación de la mayoría de las fuerzas del Congreso y que al mismo tiempo se note que no esté alineado con los intereses políticos del gobierno”, explica.

Similar escenario enfrenta la designación del jefe de la SBS, explica Ortiz. “La economía depende del sistema financiero y su capacidad para intermediar recursos. Con una línea un poco dura, repercutirá en la capacidad de financiamiento de las mypes”, aseveró.