Bolivia se sumó a la lista de países latinoamericanos que utilizan la moneda china para sus intercambios. En cuatro meses, la nación andina realizó distintas operaciones comerciales por 278,8 millones de yuanes (casi 39 millones de dólares) en áreas de exportación de metales e industrias químicas.
La información la suministró el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, en una rueda de prensa que ha sido difundida por varios medios locales.
El titular de Economía manifestó que estas transacciones electrónicas se han llevado a cabo con operadores del área de la construcción y con la exportación de productos alimenticios como carne de res y quinua, así como minerales como zinc y plata, recoge ATB.
Del mismo modo, se comercializan con esa divisa productos manufacturados de madera y se importan vehículos y materias primas terminadas, entre otros.
En una entrevista con Radio Éxito Santa Cruz, Montenegro agregó que los intercambios comerciales de productos fundidos de hierro y acero y la compra de bienes de las industrias químicas también se pagan con la moneda extranjera.
Reemplazo del dólar
El ministro manifestó que se ha escogido el yuan “por el hecho de que China es la economía más grande, la que más exporta”.
“Así como el dólar desplazó a la libra esterlina, es muy probable que el yuan vaya reemplazando al dólar. No inmediatamente, pero en el mediano plazo”, agregó.
En otra entrevista de Red Uno, el titular de Economía dijo que su país ingresó a una etapa de comercio relacionado con el yuan y que las operaciones por 278,8 millones en esa moneda las hizo el Banco Unión –uno de los instrumentos financieros de la banca pública junto al Banco Central– en un lapso de cuatro meses.
Hasta ahora, las transacciones han sido únicamente de manera electrónica, lo que según el ministro, permite que se sepa “quién ha puesto el dinero, dónde, cuándo y a quién se le paga allá en China”, recoge el sitio Bolivia.
Al ser consultado sobre la factibilidad del uso de esta divisa de forma general dentro del país, recordó que quienes usan yuanes y dólares “lo hacen para traer grandes cantidades de mercadería”.
Adelantó que el Banco Unión pondrá a disposición, de quienes quieran realizar operaciones de comercio exterior, la posibilidad de transar en yuanes.
¿Un banco chino en Bolivia?
Al referirse a la posibilidad de que en Bolivia se abra una sucursal de un banco de China, dijo que estaban “cercanos a la firma con un corresponsal” del país asiático “para lograr ese propósito”.
Actualmente, en la región, hay agencias del Banco Industrial y Comercial de China (ICBC, por su sigla en inglés) en Argentina, Brasil, México y Perú.
El ministro expresó que el comercio con yuanes se considera como una alternativa “para realizar la compra directa de los productos chinos o hacer triangulación de operaciones de comercio con los países que los están usando”.
Montenegro consideró que la posibilidad de que haya una agencia de un banco chino en Bolivia es una “oportunidad”, puesto que la nación “tiene importantes negocios de venta de productos alimenticios, especialmente cárnicos”.
Yuanes en Argentina y Brasil
Bolivia no es el primer país de la región en realizar operaciones con yuanes. En junio pasado, Argentina anunció que comenzaría a usar esta divisa para el pago de importaciones, con la aspiración de evitar la sobrefacturación de las empresas, lo que golpea las reservas del Banco Central.
Ya en abril el país suramericano había informado que había acordado con China el pago de las importaciones con la moneda asiática.
Ese mismo mes, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien se reunió en Pekín con su homólogo chino, Xi Jinping, acordó la realización de transacciones comerciales directamente en reales y yuanes, para evitar el proceso de dolarización y facilitar el comercio entre las partes.
Previamente, en marzo, ambos países habían firmado en Pekín un par de acuerdos para el uso de las monedas locales y así evitar las transacciones en dólares.
En abril de este año, el yuan pasó a ser la segunda moneda con más presencia en las reservas internacionales de Brasil, por lo que desplazó al euro, según el Banco Central.