Las bolsas mundiales caían el martes y el dólar se apreciaba, mientras los inversores valoraban los débiles datos económicos de China.
Mientras tanto, los valores bancarios se veían presionados después de que Italia aprobara un impuesto extraordinario sobre los prestamistas y de que Moody’s recortara la calificación crediticia de varias entidades estadounidenses de tamaño medio.
El índice de acciones mundiales de MSCI restaba un 0,36%, tras subir un 0,5% el lunes. La medida de acciones asiáticas de MSCI, que excluye Japón, perdió un 1,23%.
Un reporte publicado el martes indicó que las importaciones chinas se contrajeron un 12,4% en julio, muy por encima de las previsiones de un declive del 5%. Las exportaciones cayeron un 14,5%, frente al desplome del 12,5% pronosticado por los economistas.
Los índices bursátiles europeos caían con fuerza: el paneuropeo STOXX 600 bajaba un 0,6%; el alemán DAX, un 1,57%; y el FTSE 100 británico, un 0,79%.
“Las cifras comerciales son absolutamente terribles”, afirmó Timothy Graf, de State Street (NYSE:STT), agregando que se trata de un “día de aversión al riesgo”, con “los futuros de renta variable, liderados por Asia, y las tasas a la baja”.
Los futuros del índice estadounidense S&P 500 cedían un 0,82%, tras avanzar un 0,9% el lunes. Los futuros del Nasdaq restaban un 0,87%.
El dólar repuntaba frente a sus principales socios comerciales, ya que los inversores se decantaban por activos más seguros. El índice dólar ganaba un 0,57%, a 102,67 unidades.
El rendimiento de los bonos estadounidenses y europeos retrocedía, revirtiendo algunas de las alzas de la semana pasada. El retorno de las notas del Tesoro a 10 años bajaba 8 puntos básicos, al 3,998%, tras tocar el viernes su nivel más alto desde noviembre, el 4,206%.
Los precios del crudo perdían más de un 2%.
Los inversores mundiales también están a la espera de las cifras de inflación estadounidenses del jueves, que serán claves para la próxima decisión de la Reserva Federal sobre las tasas de interés en septiembre.