La UE tiene en el punto de mira las prácticas comerciales desplegadas por Pekín. La Comisión Europea ha abierto este miércoles una investigación para determinar si el gigante asiático ha puesto en marcha medidas que discriminan de forma injusta a las compañías europeas de productos médicos en las contrataciones públicas, restringiéndole el acceso al mercado chino.
Bruselas tiene evidencias de que el mercado de contrataciones públicas de productos médicos del gigante asiático se ha vuelto más hermético para las compañías de fuera del país, así como los bienes fabricados en la UE. Sospecha que Pekín haya dispuesto medidas para diferenciar los productos médicos que se fabrican en China de los que se proceden de fuera, distinguiendo entre compañías locales y extranjeras.
Aunque Bruselas ya había manifestado tales preocupaciones ante Pekín, no ha visto solución alguna por parte de las autoridades chinas. Es por ello que la Comisión Europea ha abierto una investigación, por vez primera, al amparo del nuevo Instrumento de Contratación Internacional. Este proceso se extenderá durante nueve meses ampliables a cinco más. En caso de que China no tome medidas correctivas, la Comisión Europea podría reducir la puntuación de los ofertantes chinos que acceden a concursos públicos en la UE o excluirlos de los procesos de licitación pública.
“Lamentablemente, nuestras repetidas conversaciones con China sobre este problema comercial han sido infructuosas. Confiamos en que esta investigación impulse nuestro diálogo y nos ayude a encontrar soluciones mutuamente aceptables”, ha indicado el vicepresidente Económico de la Comisión Europea, responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis.
Hace ya meses que el bloque comunitario viene reclamando a China que aplique la igualdad de condiciones en los mercados de licitaciones públicas internacionales. Una petición que no ha visto satisfecha y con la que, ahora pretende agilizar el diálogo con las autoridades nacionales al impulsar esta investigación.
La tensión comercial entre la UE con Pekín se incrementa. Ayer mismo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pedía a los socios del G7 crear un frente común frente a la sobreproducción de China. En los últimos meses ha llevado a cabo tres investigaciones contra empresas chinas por acudir dopadas de subsidios del gigante asiático a concursos públicos en la UE, lo que le confiere ventaja competitiva en sus ofertas.
Además, Bruselas ha lanzado una investigación sobre los subsidios con los que Pekín dota a su industria de vehículos eléctricos. Ayer mismo, realizó inspecciones sorpresa en la sede del fabricante chino de seguridad Nuctech, en Polonia y Países Bajos, según publicó el Financial Times. Y la Comisión Europea advirtió, en suelo americano, de las repercusiones de la competencia desleal de China.