Según el Consejo Consultivo de las Ingenierías y Economía, ndiciones de Mazar son buenas, pero en estiaje podría aportar solo 30 días de energía.
El Consejo Consultivo de las Ingenierías y Economía (CCIE) advirtió este viernes, 31 de enero del 2025, sobre la posibilidad de nuevos apagones en Ecuador para el mes de abril debido a que no se ha superado la crisis energética.
El presidente del Colegio de Ingenieros Eléctricos y Electrónicos de Pichincha, Marco Acuña, comenta que las condiciones que presenta el embalse de Mazar son buenas —está a cinco metros de llegar a su cota máxima—, pero en época de estiaje podría aportar con energía unos 30 días y su capacidad dependerá de las lluvias que se presenten en los próximos meses. El nuevo estiaje se prevé para abril.
Los expertos reconocen que la dificulta de provisión de energía eléctrica ha disminuido en enero por el incremento de lluvias en las cuentas hidrográficas de los ríos Paute, Coca, Zamora y otras menores, lo que ha permitido la generación hidroeléctrica y el cese de los cortes de energía.
Sin embargo, insisten que la crisis no ha terminado; por ello, sugieren a las autoridades adoptar varias medidas para evitar racionamientos fuertes. Entre las recomendaciones clave se resalta la necesidad de garantizar la transparencia en el acceso a información técnica de las centrales térmicas e hidroeléctricas, además de asegurar el abastecimiento de repuestos para el mantenimiento de estas instalaciones.
Solicitan apertura a datos reales del estado del parque térmico y su condición operativa, ya que habría un aproximado de 1.200 megavatios (MW) recuperables.
De igual manera, piden transparencia y amplitud en procesos de contratación de generación de energía que el Gobierno emprendió el año pasado, que abarca alquiler de barcazas, compra de generadores térmicos en tierra y otros. El gremio señala que dichos procesos, así como los anuncios de las autoridades, “marcan un escenario de incertidumbre para la incorporación de esta energía”.
La falta de mantenimiento adecuado y la limitada capacidad para incorporar nueva generación eléctrica ponen en riesgo la estabilidad del suministro energético en el país.
Otra de las advertencias emitidas por el consejo señala que para abril la demanda eléctrica podría superar los 5.500 MW, mientras que el país solo ha podido incorporar alrededor de 336 MW adicionales de generación por el complejo hidroeléctrico Toachi Pilatón y el alquiler de barcazas, lo cual no sería suficiente para cubrir el déficit en épocas de bajos caudales.
Ante esta situación, los expertos temen que Ecuador enfrente nuevos episodios de apagones que afectarían a la ciudadanía y al desarrollo industrial.
Marco Acuña comentó que del primer bloque de contrataciones de 341 MW que impulsó el Gobierno, “solo tenemos efectivos 100 MW funcionando”, que corresponden a la primera barcaza de la empresa turca Karpowership. Y del segundo bloque de procesos, por 800 MW, “no tenemos nada de resultados”, reprochó.
A pesar de las contrataciones previstas, y de que se siga importando energía de Colombia, se estima que en abril el déficit energético llegaría hasta 500 megavatios, lo que podría resultar en apagones ese mes, aunque serían menos severos que los racionamientos del último trimestre de 2024, explicó y recordó que en la crisis del año pasado el déficit llegó a los 2.000 MW.
El Consejo Consultivo además sugiere recuperar el parque térmico que está sin funcionar, lo que se podría entregar al Sistema Nacional Interconectado (SNI) más de 500 MW.
El manifiesto también hace un fuerte llamado a la implementación de un plan de ahorro de energía y eficiencia energética, con campañas dirigidas a sectores comerciales, residenciales e industriales.
A su vez, solicitan medidas para la disminución inmediata de pérdidas técnicas y robos de energía, lo cual agravaría aún más la situación energética.
El CCIE propone que se impulsen proyectos de aprovechamiento de energía geotérmica, que tendría un potencial de más de 500 MW, y la construcción de pequeñas centrales hidroeléctricas de potencias menores a 50 MW, en las vertientes hidrológicas del país, lo cual podría aportar significativamente a la capacidad de generación y reducir la dependencia de fuentes costosas.
Otro tema que se debe atender con prontitud y técnica es la estabilización de la erosión regresiva del río Coca o nuevas obras de para regulación de caudales para las centrales Coca o el sistema Paute.