La producción de la central hidroeléctrica paraguayo/brasileña Itaipú caerá 20% este año en comparación con los resultados que alcanzaron en 2023, pese a los intentos anti alarmistas de voceros técnicos oficiales de la entidad binacional, quienes aseguran que Itaipú “opera con normalidad a pesar de la crisis hidrológica”.
El superintendente de Operación de Itaipú del lado paraguayo, Silver Guerrero, mediante un informativo oficial de la entidad, explicaba la operación de la central binacional está optimizada, hecho que les permite obtener “un mayor rendimiento en la generación de nuestras máquinas”.
Añadía, de acuerdo con el material informativo de referencia, que, en promedio “la productividad de Itaipú es de aproximadamente 1,06 MWpromedio/m3/s y detallaba que esta unidad “es la relación entre la cantidad de energía producida y el caudal de agua turbinado para esa producción”.
“Ahora estamos teniendo una producción con una productividad cerca de 1,10 MWpromedio/m3/s por la condición de operación y la acción de programación operativa en la usina. Es decir, aun con poca agua, estamos teniendo una buena generación” agregó.
ITAIPÚ: PREVISIÓN NADA GENEROSA EN MATERIA DE PRODUCCIÓN
No obstante, en fuentes técnicas independientes insisten que no se confunda una cosa con otra, es decir “producción” con “productividad”. El informe que recoge las explicaciones del superintendente Guerrero apunta que “la previsión de generación total de Itaipú para este año, 2024, ronda los 67.000 GWh (1 GWh = 1000 MWh).
Los registros, también oficiales, nos recuerdan que en 2023, la central paraguayo/brasileña alcanzó una producción de 83.879 GWh, por consiguiente, la merma en la producción de Itaipú en 2024 excederá inclusive el 20%, o sea en 2024 Itaipú, un hecho imputable al severo estiaje, entregará a sus clientes 16.879 GWh menos, una cantidad equivalente casi de la producción de Yacyretá de 2023 o a la producción de 18,5 usinas como Acaray.
¿Se trata de un simple juego de números o de un cotejo de fuerzas en busca de algún exótico resultado? Sin dudas, no. En primer lugar, porque la cifra adelantada por Itaipú está por debajo de los 75.000 GWh, cuya comercialización cubre los costos de Itaipú, según afirmaba en diciembre de 2016 el entonces director general brasileño, Ing.
Miguel Samek.
Además, para Paraguay, la menor producción implicará necesariamente un ingreso menor en concepto de royalties, porque estos beneficios se miden por cada GWh medido en la central, así como por el concepto de Resarcimiento a la ANDE.
Implicará también la reducción de los ingresos del Estado paraguayo en concepto de Compensación por Cesión de Energía, porque si la producción se achica, la ANDE, en una reacción lógica, disminuirá la cantidad que energía que cede al Brasil para atender los requerimientos de su propio mercado.