“La cantidad de pistas deterioradas es ya incalculable. Aquí los huecos nacen, crecen, se reproducen y nunca mueren. Y cada vez hay más”. Esta es la apreciación que tiene uno de los miles de transportistas afectados por las calles llenas de huecos en Chiclayo, Lambayeque. Pero ese no es el único problema… La Ciudad de la Amistad también sufre por el colapso de desagües, obras abandonadas y basurales en ciertos sectores, una situación que caracterizó el 2022… y años anteriores.
Cuando RPP Noticias le puso el micrófono a los vecinos y conductores de vehículos, la queja imperaba. “Todo Chiclayo es un desastre. Con este alcalde no veo las horas de cuándo se vaya. Y no solo yo, sino todos los vecinos, porque es una lástima. Los desagües salen por un lado, por todos los lados salen… Es el colmo ya”, declaró una ciudadana chiclayana.
En Chiclayo, las tuberías tienen casi cincuenta años de antigüedad y su debilidad hace que cada obra genere riesgo de aniegos de aguas servidas. Según datos de la Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento de Lambayeque (EPSEL), a la semana reciben entre 300 y 400 quejas semanales referidas a agua y alcantarillado en Chiclayo y anexos.
Para el decano del Colegio de Ingenieros de Lambayeque, Carlos Burgos, la solución es el cambio integral de las redes de alcantarillado.
“Se tiene que solucionar, de manera integral, el cambio de redes del centro histórico de Chiclayo. Las improvisaciones y postergaciones significan ampliar el presupuesto y ya estamos cansados porque va en perjuicio de la economía de la municipalidad. En el mes de mayo se decía que en cuatro meses se ejecutaba esta obra. Va a finalizar el año y la municipalidad no va a poder entregar a la ciudadanía chiclayana esta obra”, precisó.
Pero otro problema en la Ciudad de la Amistad son las obras interminables en el centro. A inicios de año, el alcalde de Chiclayo, Marcos Gasco, prometió terminar una obra en la avenida Balta, céntrica y clave para la ciudad. Dijo esto: “Los que hemos ejecutado obras sabemos que hay atrasos también. En un mes la avenida Balta estará linda”.
Sin embargo, la obra, valorizada en cuatro millones de soles, nunca terminó. Y, por el contrario, generó molestia con el cambio de veredas y jardineras. Los trabajos empezaron en mayo y tenían como plazo la segunda quincena de septiembre, pero la entrega se retrasó y se generaron hasta cuatro ampliaciones. De sus casi 30 cuadras, se intervinieron 15, pero terminaron con huecos, zanjas y material de desmonte acumulado.