Las últimas medidas de China para reforzar el uso mundial del yuan han demostrado que Pekín sigue trabajando intensivamente en su estrategia para acabar con la hegemonía del dólar estadounidense.
Después de que las autoridades chinas impulsaran el uso de su moneda en las transacciones con los principales exportadores de energía y materias primas, esta semana se ha ampliado el horario de negociación del yuan ‘onshore’ como otro “pequeño paso” para lograr su objetivo, informa Bloomberg.
Con estas medidas, ya se ha mostrado un rápido crecimiento de la actividad comercial en yuanes, subraya el medio.
La apertura de los mercados ha estado desde hace tiempo en la agenda del Gobierno chino, pero el aumento de las tensiones en torno a Taiwán, el conflicto en Ucrania y la campaña de sanciones contra Rusia puede dar una mayor sensación de urgencia a los políticos del gigante asiático.
“Pekín se esfuerza por mantener la relevancia del yuan como divisa internacional para contrarrestar las recientes tensiones geopolíticas y los sentimientos hostiles, especialmente en Estados Unidos”, declaró Stephen Jen, director ejecutivo de la empresa del análisis macroeconómico Eurizon SLJ Capital, con sede en Londres.
La fortaleza del dólar en el primer semestre del año pasado y su papel en la campaña de sanciones contra Rusia han dado un nuevo impulso a algunas de las mayores economías del mundo para explorar formas de eludir la moneda estadounidense, aumentando los esfuerzos por desdolarizar sus economías.
El yuan sube frente al dólar
Actualmente, la moneda nacional china está a punto de registrar sus mayores ganancias en un mes. El yuan ‘offshore’ —de uso externo— se apreció un 0,4 %, hasta alcanzar los 6,8591 por dólar, ampliando su aumento de cuatro días a casi el 1 %. Mientras tanto, la divisa nacional ‘onshore’ —de uso interno— se apreció hasta un 0,5%, hasta 6,8504, el nivel más alto desde agosto, recoge Bloomberg.
La subida se produce después de que el Gobierno chino decidiera relajar bruscamente las restricciones anticovid y redoblar sus esfuerzos para fomentar el crecimiento económico al inyectar liquidez y prestar ayuda al sector inmobiliario. En total, a partir del 25 de octubre del año pasado, cuando el yuan alcanzó su nivel más bajo jamás registrado, la divisa ha subido un 7 %.
Además, este jueves, el Banco Popular de China y el regulador bancario de la nación anunciaron que permitirán tipos hipotecarios más bajos para los compradores de primera vivienda en caso de que los precios de los edificios recién construidos caigan durante tres meses consecutivos. Se reporta también que Pekín planea relajar las restricciones sobre los préstamos a promotores inmobiliarios, reduciendo su estricta política de las “tres líneas rojas”.