En búsqueda de apoyo

Durante su campaña electoral, Pedro Castillo mantuvo un discurso crítico con las grandes empresas y favorable con los productores pequeños o artesanales, a quienes les prometía que iban a ser beneficiados en lugar de los industriales. Iniciado su gobierno y en el contexto de las últimas protestas de marzo pasado, a pedido de los gremios ganaderos, el Poder Ejecutivo modificó las denominaciones de los productos lácteos para impulsar el uso de leche fresca a través del Decreto Supremo N°004-2022-MIDAGRI.

Este norma definió a los productos de la siguiente manera:

Leche “es la secreción mamaria normal de animales lecheros sanos, obtenida mediante uno o más ordeños, sin ningún tipo de adición o extracción, destinada al consumo en forma de leche líquida o a elaboración ulterior”.

Producto lácteo es “un producto obtenido mediante cualquier elaboración de la leche, que puede contener aditivos alimentarios y otros ingredientes funcionalmente necesarios para la elaboración”.

Leche evaporada “es el alimento líquido obtenido por la eliminación parcial del agua únicamente de la leche”.

Un día antes de la publicación de esta modificación, el pasado 6 de abril, gremios ganaderos, junto a productores agrarios, publicaron un comunicado en el que señalaban que las protestas eran parte de una estrategia golpista organizada por Fuerza Popular (Keiko Fujimori) y Renovación Popular (Rafael López Aliaga) y empresas monopólicas.

¿Mala leche?

Esta modificación provocó la protesta del sector industrial. A través de un comunicado, el Comité de Lácteos de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) dijo que este cambio en el Reglamento de la Leche y Productos Lácteos “atentaría contra la nutrición familiar”.

Consultado por LaMula.pe sobre cuál es el sustento para afirmar que este cambio provocará problemas de nutrición, Alex Daly, Gerente del Comité de Alimentos de la SNI, respondió que lo que habría que preguntarse es cuál ha sido el sustento para modificar el Reglamento “estableciendo que no debe denominarse leche a un producto que, sin la menor duda, es leche desde hace más de 80 años”.

“Este cambio contraviene lo dispuesto por el Codex Alimentarius, que el Perú ha suscrito al igual que 188 países, es decir que la leche en polvo no es otra cosa que leche a la cual se le ha retirado el agua y que es la manera más eficaz de suplir el déficit de la producción nacional de leche fresca”, dijo el representante de la SNI.

“Como no se han hecho estudios al respecto, es impredecible saber cómo reaccionarán los consumidores y ese es el motivo de nuestra preocupación”, agregó.

Daly justificó el uso de insumos importados como complemento a la leche fresca en la necesidad de “abastecer la demanda interna de leche y satisfacer los requerimientos de la población”.

“La producción nacional es de solamente 2´100,000 TM mientras que el consumo es de aproximadamente 3´000,000 TM, es decir nos faltan 900,000 TM que tenemos que importar y la mejor alternativa es la leche en polvo, que es igualmente leche de vaca”, señaló.

Primer intento fallido

Acerca del proyecto de Chirinos que coincidía con sus pedidos, el representante de la SNI reiteró que el gremio empresarial está en “total desacuerdo con la modificación al Reglamento” y señaló que medidas como esta deben tratarse en espacios como la “Mesa Ejecutiva de Alto Nivel para contribuir a la atención y solución de la problemática socio económica por la que atraviesa el subsector de ganadería lechera del país”.

“Entendemos que el proyecto de ley presentado por la congresista Chirinos se debe al justo reclamo planteado por el Comité del Vaso de Leche de Lima y Callao, que están viendo con preocupación cómo puede afectar la nutrición de los niños. El Congreso debe analizar esta propuesta y decidir lo conveniente para los intereses del país”, dijo ayer martes el representante de la SNI.

Los pedidos de la SNI coinciden también con los argumentos que, en su momento, expresaron las representantes de los Comités del Vaso de Leche de Lima Metropolitana y Callao, las que sirvieron para que la congresista Chirinos presentara su proyecto.

“Las autoridades no están siendo transparentes y están dejando de lado la calidad nutricional; con esta actitud, atentan contra la salud nutricional de los beneficiarios de Comités del Vaso de leche, todo por favorecer intereses particulares”, dijeron los comités a inicios de abril.

Finalmente, en un contexto en el que se hizo público, a través de un informe de ‘La Encerrona’ que el Colegio de Nutricionistas del Perú (CNP) recibió 340,000 soles de Leche Gloria S.A. por avalar un producto elaborado con leche con polvo en la presentación de tarro azul, la congresista Chirinos retiró su proyecto de ley, que incluía la opinión del CNP.

En declaraciones a TV Perú, Antonio Castillo, decano del CNP, explicó que para la obtención del mencionado aval no se realizan exámenes de laboratorio de los productos, sino que solo se revisa la etiqueta que les presenta la empresa interesada de acuerdo con el Codex Alimentarius. El decano del CNP precisó que el aval, otorgado en el 2020, tuvo un costo de 170,000, que la renovación fue por el mismo monto y que el aval vence este mes de mayo.

Desde el 7 de abril pasado, corre el plazo de 180 días calendario para que entre en vigencia el nuevo Reglamento de la Leche y Productos Lácteos, tiempo en el que las empresas deberían adaptarse a la modificación o intentar revertir este cambio.

[Foto de portada: Andina]

Fuente: La Mula