Los precios del cobre caían el lunes, acercándose a los mínimos de cuatro meses alcanzados la semana pasada, con el sentimiento dominado por la preocupación sobre la demanda china, el aumento de las existencias y un dólar más fuerte.
A las 0958 GMT, el cobre de referencia en la Bolsa de Metales de Londres (LME) bajaba un 1%, a 8.140 dólares la tonelada. El metal utilizado en la energía y la construcción tocó antes los 8.110 dólares, cerca de los 8.071 dólares de la semana pasada, su nivel más bajo desde fines de mayo.
Los precios de los metales industriales se han visto presionados este año por la desaceleración de la demanda en China, donde el mercado inmobiliario se ha estancado y la industria manufacturera se ha contraído.
Carsten Menke, analista de Julius Baer (SIX:BAER), afirmó que “China no tiene apetito para grandes estímulos en infraestructuras porque las existencias son ya muy grandes”, y añadió que cualquier estímulo tendría que ser realmente grande para marcar alguna diferencia en la demanda.
“En cuanto al sector inmobiliario, la población china está disminuyendo. El gobierno sabe que en el futuro se necesitarán menos departamentos”, agregó.
Esta semana, las encuestas a los gerentes de compras del sector manufacturero darán pistas sobre las perspectivas de la demanda china.
Una muestra de la aparente debilidad de la demanda son las existencias de cobre en los almacenes registrados en la LME. Con 163.900 toneladas, han aumentado más de un 200% desde mediados de julio.
En otros metales básicos, el aluminio caía un 1%, a 2.219 dólares la tonelada; el zinc perdía un 1,4%, a 2.526 dólares; el plomo bajaba un 0,9%, a 2.194 dólares; el estaño cedía un 0,9%, a 26.000 dólares; y el níquel restaba un 0,6%, a 19.310 dólares.