En un mundo donde el comercio electrónico avanza a pasos agigantados, Perú se enfrenta a una realidad que revela profundas barreras para su desarrollo económico.
La fuerte influencia del efectivo, la informalidad y la desconfianza por el canal online son factores que impiden una plena expansión de este servicio en el país andino.
De acuerdo con la Cámara Peruana de Comercio Electrónico (Capece), este sector registró una expansión de 17% en el primer semestre de 2024 en relación con el mismo período del año pasado.
Sin embargo, detrás de estas cifras positivas se encuentra una realidad compleja: la preferencia por el pago contra entrega en el Perú es más alta que en muchos otros países de la región, indica informe publicado en el Diario El Peruano.
Con un 10% de las transacciones e-commerce efectuadas mediante el método Cash on Delivery (COD), el Perú ocupa la segunda posición en América Latina, solo detrás de Colombia, y supera significativamente a países como Argentina con 4%, México con 3% y Chile con solo 2%, de acuerdo con datos del Observatorio Ecommerce 2024, elaborado por Capece.
Además, el país andino ocupa el noveno lugar en el mundo detrás de Vietnam (18%), Nigeria (17%), Filipinas (15%), Indonesia (14%) y Tailandia (13%), Arabia Saudí (11%) y Egipto (11%). Estos datos no solo resaltan un rezago tecnológico, sino que también pone en evidencia un problema estructural que afecta a toda la economía peruana.
El presidente de la Capece, Helmut Cáceda, manifestó que la persistencia del efectivo en las compras digitales es un obstáculo crítico en el propósito de impulsar la digitalización del dinero, una transformación que debería ser un tema prioritario en la agenda peruana.
“Detrás de esta dependencia del efectivo se esconde una de las raíces del problema, pues el 95,7% de los no bancarizados en Perú son trabajadores informales”, comentó.
Agregó que mientras el dinero físico continúe siendo el principal medio de pago, la informalidad económica seguirá sin ser trazable en el país, manteniendo al país anclado en la opacidad financiera y limitando su capacidad de crecimiento inclusivo.
“La digitalización del dinero no es solo una cuestión de modernización, sino también una herramienta fundamental para combatir la informalidad, fomentar la transparencia y dar el salto hacia una economía más formal y justa”, aseveró.
Por esta razón, aseguró, en el Perú el 30% de empresas de última milla tienen disponible el servicio de COD.
Para el ejecutivo, si bien los pagos contra entrega disminuyeron durante la cuarentena debido a la restricción del efectivo y el riesgo que representaba para los e-commerce esta modalidad, desde 2023 ha vuelto a retomar su ritmo de crecimiento.
“Además, alrededor del 10% de todos los envíos que procesan los operadores logísticos incluyen el servicio de recaudo contra entrega. Generalmente vemos que este método de pago es utilizado, en mayor medida, por los emprendedores y las micro y pequeñas empresas. Algunos marketplaces grandes lo tienen implementado”, apuntó.
Manifestó que también es cierto que hay un porcentaje considerable de los pagos COD que no se encuentra traqueado debido a la informalidad.
De acuerdo con el estudio de Capece, entre las ciudades con mayor movimiento con este método de pago se encuentra de Lima, que concentra el 45% de las entregas. Seguidamente se ubican Arequipa con 12%, Trujillo con 10%, Chiclayo con 8%, Huancayo con 6%, Ica con 5%, entre otros.
“Por lo general, los compradores que piden contra entrega son los que van a hacer sus primeras compras online, como explorando el canal, o van a comprar determinadas categorías como ropa, calzado, accesorios o deportes”, puntualizó Cáceda.
Pese a la contracción de la economía en varios países de América Latina, el comercio electrónico en Perú tuvo un crecimiento del 7% en 2023 en comparación con el año anterior, lo que significa un total de volumen de venta online de US$ 13.000 millones. Según Capece, pasamos la etapa de ser un pequeño sector a ser una industria que representa el 5,4% del producto bruto interno (PBI) nacional.
“No obstante, hay mucho trabajo por hacer, pues todavía el e-commerce es el 5% del comercio en general, mientras que países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) superan el 9%”, precisó. La oferta e-commerce se ubicó en 332.000 comercios en 2023, mientras que la demanda ascendió a 16,8 millones de compradores.
– El nivel de penetración del comercio electrónico en el mercado retail se ubicó en 8,6% en 2023 frente al 8% registrado en 2022.
– Entre el 50% y 70% del volumen de ventas online total en Perú se efectúa mediante plataformas marketplaces.
– El 18 y 19 de noviembre se llevará a cabo la tercera edición del Epayment Summit 2024, el congreso internacional de medios de pago más importante del país andino, organizado por Capece, Niubiz e Izipay.