BUENOS AIRES, 8 abr (Xinhua) — La tendencia al crecimiento y la estabilidad de la economía china en medio de las adversidades globales le ha otorgado al renminbi (RMB o yuan), la moneda del país asiático, una mayor aceptación y confiabilidad a nivel internacional en los últimos años, consideró el economista argentino Pablo Kornblum
El profesor de economía en la Universidad de Buenos Aires y en el Instituto Confucio de esa casa de estudios (ICUBA) se refirió, en una entrevista con Xinhua, al avance de la internacionalización del yuan chino atribuyéndolo a la posición cada vez más importante que ocupa China en las relaciones comerciales y financieras mundiales.
“China es un país que en términos diplomáticos, geopolíticos, militares y económicos ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos 30 o 40 años y esto ha conllevado, también como política de Estado china, a la necesaria reivindicación del yuan como moneda de transacción internacional”, afirmó Kornblum.
“Como en un primer paso había sido la entrada a la Organización Mundial del Comercio en 2001 y, posteriormente, a los acuerdos comerciales tanto multilaterales como bilaterales establecidos, China ha mostrado que tiene una moneda estable con capacidad de moverse alrededor del mundo sin inconvenientes”, agregó el economista experto en relaciones internacionales.
Además de la tendencia al crecimiento mostrada aún en tiempos complejos, la confianza en la economía china se ha basado, según el especialista, en una política exterior centrada en el respeto de las normas internacionales, junto a la disposición de ofrecer recursos financieros en virtud del desarrollo.
“La economía tiene que ver con un tema de expectativas y dentro de las expectativas está la cuestión de cómo es un país a la hora del intercambio financiero, comercial, internacional, cómo es el país y qué confiable es”, sostuvo Kornblum.
“Lo que se ha demostrado en China es que en términos macroeconómicos es un país que no solo ha crecido en los últimos años, sino que ha respetado el Estado de derecho, dado las inversiones internacionales ha respetado la rentabilidad de las empresas, y hoy lo que se ve es una confianza y una estabilidad, sobre todo ante el cambio de la situación internacional”, añadió.
En el caso de Argentina, el economista resaltó el uso del renminbi en los acuerdos “swap” convenidos entre ambos países y subrayó la idea de utilizar la moneda china en cada vez más transacciones comerciales con el propósito de minimizar la dependencia del dólar estadounidense.
“Recién en los últimos 15 años, con los acuerdos financieros entre ambos Estados, los famosos ‘swap’, se ha pensado en empezar a utilizar el yuan como moneda de intercambio y esto ha crecido en los últimos años ‘pari passu’ la necesidad de salir un poco de lo que es la dependencia del Fondo Monetario Internacional (FMI)”, dijo.
El especialista acotó que “básicamente lo que se ve hoy en día es una aceptación casi total de la moneda china en nuestro país en términos de generar en este mundo complejo, financieramente inestable, otras salidas y otros vínculos que permitan evitar sobre todo la dependencia del dólar que tenemos históricamente en la región”.
En ese contexto, la Iniciativa de la Franja y la Ruta, a la que Argentina se adhirió el año pasado, podría ser una plataforma óptima para fomentar aún más el uso del renminbi, sugirió Kornblum quien consideró a la propuesta china como “un punto de inflexión” en lo relacionado con la moneda.
“Es una moneda que va a seguir avanzando mientras el país siga creciendo”, opinó Kornblum al destacar también la idea de que los países con fuerte nivel de dependencia, empiecen a evaluar hacer “negocios en monedas locales para evitar los costos transaccionales que tienen que ver con el dólar”.
“Cuanto más comercio, inversiones y acuerdos políticos haya entre las partes, como está pasando ahora con el ejemplo de Brasil y China, más posibilidades hay de que el renminbi se siga expandiendo”, afirmó Kornblum.
Para el economista argentino, el futuro del renminbi es proporcional al futuro de la economía china, que hasta ahora ha demostrado una fuerte resiliencia y capacidad de respuesta ante las dificultades globales.
Eventualmente, señaló el experto, es posible que haya una mayor presencia del yuan chino en la región del Asia-Pacífico, como así también en Occidente “sin cortar los vínculos, a pesar de alguna disputa ideológica o política, pero manteniendo las relaciones comerciales”.