Tras ello, se facultará al Gobierno — mediante el Ministerio de Desarrollo Agrario (Midagri) — a negociar y modificar los contratos de concesión para el diseño, construcción, operación y mantenimiento de las obras hidráulicas de Chavimochic III con el fin de viabilizar la culminación de las labores en la presa de Palo Redondo, paralizadas desde hace más de cinco años.
Al respecto, la congresista Magaly Ruiz (Alianza para el Progreso) sostuvo que Chavimochic “ha sido esclava de malas gestiones”, al punto que las trabas en su tercera etapa “trae consecuencias nefastas para la economía regional y nacional”.
“Con el destrabe se estarán produciendo más de 1.500 millones de dólares para el tesoro público”, refirió.
Por su parte, Germán Tacuri (Bloque Magisterial), anotó que el destrabe de Chavimochic permitirá generar otras 30.000 hectáreas de cultivo más, que junto a las 28.000 hectáreas de las dos primeras etapas del proyecto, contribuirán a garantizar la seguridad alimentaria.
Cláusula anticorrupción
Dentro de las disposiciones complementarias finales, la autógrafa incluye modificaciones con clausulas anticorrupción para no reconocer el pago de intereses o prestaciones adicionales no establecidas expresamente en el contrato, ni el pago de compensación o indemnizaciones a favor del concesionario.
“Mucho cuidado con la corrupción porque los liberteños ya han visto postergado el sueño (de Chavimochic) cuando se le encargó (el proyecto) a Odebrecht y Graña y Montero. Tampoco que ingresen las (empresas) chinas porque en obras del Estado se las ha vinculado a corrupción y de explotar a nuestros hermanos trabajadores”, anotó Elizabeth Medina (Bloque Magisterial).