En China todo es a lo grande y la vuelta a la normalidad tras dejar atrás las estrictas medidas de la pandemia no iba a ser menos. La reapertura al mundo pasa por la vuelta a la actividad de los aeropuertos. Los vuelos nacionales se multiplican y los internacionales calientan motores. En este contexto, los puestos de tripulante de cabina se vuelven un ‘caramelo’ para los recién licenciados.
El mercado laboral quedó debilitado por el covid. Los tres años de cierre casi absoluto destruyó millones de empleos y dejó a muchos ciudadanos en la calle. Ahora, tiene que absorber a esos trabajadores y hacer hueco a quienes acaban sus estudios. Pero los salarios no suelen ser para tirar cohetes en la mayoría de los casos… menos, al contrario que en el resto del mundo, en las aerolíneas.
Las compañías aéreas chinas están realizando las mayores campañas de contratación en más de tres años para afrontar la recuperación de los viajes. Y la avalancha de solicitudes para entrar a formar parte de sus plantillas ya ha comenzado. Sobre todo suscitan interés los puestos de tripulación de cabina entre los recién graduados por ser una carrera relativamente bien remunerada en un mercado laboral con más sombras que luces.
Convertirse en asistente de vuelo en China requiere aprobar una licenciatura una prueba de inglés bastante exigente. Durante la pandemia, el número de asistentes de vuelo se redujo un 11% desde el nivel previo a la pandemia, cuando se contabilizaban 108.955, según datos de la Administración de Aviación Civil de China (CAAC). En la mayoría no fueron despedidos, como ocurrió en Occidente, sino que desertaron.
Ahora, las aerolíneas están en plena ola de contrataciones y solicitantes no faltan. Más de 11,5 millones de nuevos graduados universitarios están a punto de ingresar a uno de los peores mercados laborales del país en décadas debido al debilitamiento de la demanda de exportaciones, la mala racha de las tecnológicas o el inmobiliario o la caída del consumo.
Hainan Airlines, por ejemplo, planea contratar a más de 1.000 asistentes de vuelo este año y ya ha recibido más de 20.000 solicitudes, según reconoció a Reuters. Algo similar a lo que está experimentando China Southern, que busca 3.000 tripulantes de cabina este año y en diciembre las solicitudes ha se habían multiplicado por siete.
El salario es la principal motivación. Según informó el Global Times, en 2021 sólo el 6,1% de los recién graduados universitarios ganaron más de 10.000 yuanes al mes. Li Hanming, experto independiente en el sector de la aviación de China, ha indicado a la agencia que “siempre ha habido un gran número de jóvenes que quieren hacer este trabajo, ya que los ingresos no son malos, normalmente entre 10.000 (1.454 dólares) y 20.000 yuanes al mes, es divertido, y te permite volar por todo el mundo”.
Sin embargo, el boom de contrataciones podría tener que esperar. Las aerolíneas pueden tener dificultades para desplegar los nuevos puestos debido a que los cursos de capacitación en tierra que hay que pasar para acceder al empleo duran un año. Esto, además del impulso al mercado laboral, retrasará la bajada de las tarifas aéreas al no poder aumentar la capacidad tan pronto. “El pronóstico es bastante brillante para 2024, por lo que necesitan contratar miembros de la tripulación ahora o de lo contrario, se quedarán sin mano de obra el próximo año”, avisa Hanming.
La capacidad nacional de China superó los niveles de 2019 desde mediados de marzo, pero los vuelos internacionales se han recuperado a solo el 30%, según datos de Flight Master, aunque con el verano a la vuelta de la esquina, los desplazamientos internacionales repuntarán. La aerolínea Air China dijo tiene las rutas previas a la pandemia, incluidas Pekín-Roma, Pekín-Ho Chi Minh City y Chengdu-Londres, aunque habrá que esperar para ver la velocidad de recuperación del sector.