El presidente de la firma de ingeniería y asistencia técnica “IATASA” e integrante de la Cámara Argentino China de la Producción, la Industria y el Comercio (CACPIC) conversó con esta agencia a propósito de la tasa de crecimiento del 3 por ciento mostrada por China durante el 2022 y las oportunidades de cooperación entre sectores empresariales de ambos países tras una salida progresiva del momento más crítico de la pandemia.
“Creo que la economía china tiene por sí misma un motor, que si bien indudablemente tiene un capital propio y una fuerza propia que le hace en algún punto autosustentable, involucra al resto del mundo”, expresó Fazzolari en diálogo con Xinhua.
“Entonces, que China quiera crecer, implica involucrar al resto del mundo también en su crecimiento, e involucrarlo implica también un crecimiento del resto del mundo porque la relación es biunívoca”, consideró el coordinador de la Comisión de Infraestructura de la CACPIC.
Para el economista, la progresiva salida de la pandemia ha supuesto una reactivación mundial alentada en gran parte por el país asiático que, pese a las dificultades internas, como la imperiosa necesidad de mantener políticas restrictivas en el contexto de la prolongación de la epidemia, ha liderado el ritmo de recuperación económica a nivel global.
“La salida de la pandemia implicó una reactivación muy grande de toda la economía mundial potenciada por la demanda y la oferta china; es decir, el involucramiento que tiene la economía china a nivel mundial viene superando día a día toda forma de previsión”, dijo.
“Vemos que en todo lo que es el conjunto Occidente tardaron mucho más en salir de la pandemia y de los efectos nocivos de la misma y del parate, con lo cual China fue una gran locomotora para el desarrollo mundial que, además, vino trabajando este tema con inteligencia, con mucho dolor supongo, con muchas restricciones, porque mantener un país con esa dimensión poblacional dentro de un orden de salud creo que es una tarea cíclope en mayúscula”, añadió.
Fazzolari valoró positivamente los mecanismos y tácticas empleadas por China para encarar la pandemia, como mantener los índices de producción a nivel interno, y fortalecer los vínculos a escala mundial planteando un tipo de relación internacional basada en mayor cooperación.
Además, sostuvo que pese a que se transitó por una economía resentida globalmente, las demandas de China hacia países latinoamericanos como, por ejemplo, Argentina se “mantuvieron estables”.
El crecimiento económico de China continúa abriendo un camino de complementariedad con Argentina, afirmó el economista, quien refirió las oportunidades en materia de desarrollo de infraestructuras que requieren un grado de “asociatividad” mayor.
“Argentina tiene una capacidad productiva potencial aún, enorme y no desarrollada, pero nos encontramos con que hay una enorme cantidad de infraestructuras que no están acordes con la capacidad de producción; por otro lado, hay un amesetamiento de la capacidad de producción que tienen que ver con falta de inversiones, o sea, son cosas que tienen que ver unas ligadas con otras”, explicó.
“La integración de empresas chinas con empresas argentinas va a significar una mejora de la relación china con los actores económicos de la Argentina y, además, creo que sería muy satisfactorio para el continente encontrar formas asociativas; es decir, aquello que en algún momento se estableció como ciudades y países hermanos, creo que también tenemos que generar la idea de empresas hermanas donde haya un intercambio denso entre ambas organizaciones”, acotó el presidente de IATASA.
Respecto a la industria manufacturera doméstica, señaló como principal desafío la posibilidad de generar una producción a gran escala que se corresponda con la demanda de China y que, a su vez, genere agregado de valor en las exportaciones locales.
“Incluso si vamos a trabajar sobre productos ’boutique’, es decir, cosas de alto rango social, hasta en esas cuestiones la demanda china es gigantesca; por tal razón creo que es importante la acción conjunta de empresas chinas y empresas argentinas, y ver además los horizontes de producción y desarrollo que se pueden dar”, enfatizó.
El integrante de la Cámara Argentino China también destacó la oportunidad de profundizar una relación con China más alla del ámbito comercial.
Abordó la idea de “poder expandir ese tipo de relaciones al resto del continente (Norteamérica, Latinoamérica) que está muy necesitado de un cambio de aire y de un cambio de relaciones y buscar la multipolaridad, de manera que los grados de libertad de los países latinoamericanos aumenten en función del mayor conjunto de posibilidades multilaterales y de relación”.