La inflación subyacente de Suecia se desaceleró menos de lo esperado en mayo, lo que influirá en la decisión que el Riksbank, el banco central del país, tome en su reunión del próximo 29 de junio. Aunque suene extraño, parte de la ‘culpa’ es de la cantante Beyoncé.
Según los datos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística de Suecia, la medida de inflación más seguida por el banco central, que excluye los costes energéticos y el efecto de las variaciones de los tipos de interés, aumentó un 8,2% respecto al año anterior. Esta cifra es superior a la estimación media del 7,8% realizada por Bloomberg y al 8,1% previsto por el Riksbank.
Parte del aumento podría explicarse por el estreno de la actual gira mundial de Beyoncé -Renaissance World Tour- el pasado 10 de mayo, según los economistas de Danske Bank. La superestrella estadounidense atrajo a más de 80.000 fans durante dos noches al Friends Arena de Estocolmo, y es probable que los visitantes contribuyeran a un aumento inesperado de los precios hoteleros y de hostelería, según Michael Grahn, economista jefe de la entidad crediticia.
El órgano estadístico nacional refleja que los restaurantes y hoteles añadieron 0,3 puntos porcentuales a la cifra de mayo, mientras que el ocio y la cultura contribuyeron con 0,2 puntos porcentuales. El gráfico con el IPC de hoteles y restaurantes de Suecia refleja un tramo más vertical en mayo.
“Esperamos que esta sorpresa alcista se invierta en junio, a medida que los precios de los hoteles y las entradas vuelvan a la normalidad”, plantea Grahn. Danske aún espera que el Riksbank siga subiendo los tipos, ya que la moneda sueca sigue débil y la inflación no se ha ralentizado tanto como el banco central hubiera deseado. La expectativa es que haya un último alza de 25 puntos básicos (hasta el 3,75%) básicos dentro de dos semanas.
“En general, las cifras de inflación de mayo fueron decepcionantes y resultaron claramente superiores a lo que esperábamos”, valora Torbjorn Isaksson, de Nordea. “Es un resultado elevado, sobre todo teniendo en cuenta el amplio repunte, lo que refuerza la opinión de que el Riksbank subirá los tipos en junio”.
Glenn Nielsen, economista de Swedbank, matiza que, aunque los conciertos pueden haber contribuido a elevar los costes de alojamiento en mayo, los sorprendentemente fuertes aumentos de precios fueron “bastante generalizados”, y que la fuerte demanda en general, así como las altas presiones de costes, dan a los hoteles tanto la capacidad como la motivación para subir los precios.
También desde Swedbank, Andreas Wallström, jefe de previsiones de Swedbank, teme que el próximo gran concierto en Suecia -tres noches de Bruce Springsteen en Gotemburgo a finales de julio- tenga un efecto similar. En el caso de los conciertos de Beyoncé, la expectación por la gira era tal, que muchos estadounidenses viajaron a Suecia aprovechando la debilidad y los precios más baratos de las entradas.
La lectura de inflación sueca se produce en un momento en que las presiones sobre los precios están remitiendo a nivel mundial, con datos publicados el martes que muestran que la inflación estadounidense se desaceleró a su nivel más bajo desde marzo de 2021, mientras que los precios al consumo en la zona euro subieron menos de lo esperado en mayo.
Sin embargo, los precios suecos siguen subiendo mucho más rápido que el objetivo del banco central, y la debilidad de la moneda sueca complica la situación para el Riksbank, ya que sus esfuerzos se ven obstaculizados por los mayores costes de los bienes importados, lo que refleja la evolución en la vecina Noruega.
Últimamente, la corona sueca cotiza cerca de mínimos históricos frente al euro. Esta evolución hace más urgente que el Riksbank mantenga su tipo de referencia en un nivel más alto que el Banco Central Europeo, que se espera que suba su tipo de depósito al 3,5% el jueves. Esto equipararía el tipo del BCE al del Riksbank, que ha dicho que espera volver a subirlo a finales de este mes o en septiembre.
“Una de las principales razones de la reciente debilidad de la corona sueca fue la falta de apoyo del Riksbank tras el giro moderado de su política monetaria en la reunión de abril. Desde entonces, a excepción de protestar verbalmente por la debilidad de la corona, el banco no ha logrado ofrecer una narrativa convincente de apoyo a la moneda nacional (es decir, a través de la reconstrucción de una cierta narrativa de halcones)”, apunta Francesco Pesole, estratega de divisas de ING.
“Estas cifras de inflación más altas ofrecen una oportunidad para que los dos disidentes reduzcan su oposición moderada en la reunión del 29 de junio y permitan la reconstrucción de ese mensaje de línea dura (subida y señal de más por venir) que puede ayudar a una recuperación más sostenida de la corona sueca”, agrega el analista del ‘banco naranja’.