La posesión de dinero en efectivo parece la costumbre de todo otro mundo, pero lo cierto es que sigue siendo uno de los métodos de pago más utilizados y todavía existen numerosas personas que se decantan por guardar y ahorrar dinero en efectivo en su domicilio.
Es lo que se conoce como guardar el dinero ‘bajo el colchón’, una práctica completamente legal que se entiende por la desconfianza del ciudadano en los bancos y también por una costumbre casi impregnada en nuestro subconsciente: la de tener dinero cerca en caso de emergencias o gastos imprevistos.
Una práctica que, eso sí, conlleva ciertos riesgos. Como telón de fondo, la responsabilidad que el poseedor del dinero en efectivo tiene sobre el mismo. A partir del momento en el que retira dinero de su cuenta bancaria para guardarlo en casa se hace responsable de la seguridad del dinero ‘bajo el colchón’ y no podrá pedirle explicaciones a nadie si lo pierde o se deteriora.
El portal especializado HelpMyCash ha analizado en su página web cuáles son los riesgos más comunes que pueden poner en peligro al dinero en efectivo que los ciudadanos guardan ‘bajo el colchón’ en sus hogares.
Es la enemiga silenciosa del dinero en efectivo porque le va restando valor de forma progresiva y sin remedio. Actualmente se sitúa en el 6% pero con el precio de los alimentos en máximos de 29 años y no va a dejar de ser un problema durante mucho tiempo.
El funcionamiento por el que el dinero en efectivo ‘bajo el colchón’ va perdiendo valor es simple: acumulado en casa, sin rentabilidad, servirá para cada vez comprar menos cosas. Así, si una persona tenía en casa 6.000 euros podrá adquirir menos productos o servicios ahora mismo que en 2021, por ejemplo.
No tiene por qué ser una amenaza siempre que la persona que posee el dinero en efectivo ‘bajo el colchón’ actúa conforme a la ley. En este sentido la premisa es clara: hay que conocer el origen del dinero y declararlo de forma correcta a través de la declaración de la Renta.
¿Cómo declarar el origen del dinero? Es muy probable que ya aparezca en los datos fiscales, pero hay que confirmar que el dinero que esté en nuestro domicilio aparezca correctamente reflejado (si pertenece a rentas del trabajo, ganancias patrimoniales, capital mobiliario o inmobiliario…) en el borrador de la Renta.
Como el ciudadano se convierte en el único responsable de lo que suceda con su dinero ‘bajo el colchón’, debe asumir que si es víctima de un robo podría recibir un duro golpe en lo económico, ya que podría decir ‘adiós’ para siempre a ese dinero. Una alternativa puede ser la contratación de seguro.
Pasa algo parecido con incendios, inundaciones y todo tipo de desastres naturales que pongan en peligro al domicilio del ciudadano y el dinero ‘bajo el colchón’ que guarden dentro, ya que puede suponer la pérdida de ese dinero. También para estos casos se recomienda la contratación de un seguro.